Nuestras tradiciones

Cada vez que se habla de las tradiciones principalmente de aquellas que están fuertemente vinculadas con la forma de ser de la mayoría de los habitantes del territorio nacional, naturalmente que se abunda de las que provienen de la evangelización emprendida de los religiosos que junto con los conquistadores impusieron al pueblo. Una de ellas … Leer más

Cada vez que se habla de las tradiciones principalmente de aquellas que están fuertemente vinculadas con la forma de ser de la mayoría de los habitantes del territorio nacional, naturalmente que se abunda de las que provienen de la evangelización emprendida de los religiosos que junto con los conquistadores impusieron al pueblo.

Una de ellas se refiere a la aparición de la llamada primeramente Virgen Santa María de Coatlaxopeuh que datan del año de 1531, suceso que ocurre, de acuerdo a las crónicas alusivas, en la madrugada del 9 de diciembre en el Cerro del Tepeyac. A partir de esa fecha nace La devoción a la Virgen que conocemos, según la tradición, de Guadalupe. 

Más adelante se decide una fecha para la celebración, esta sería: 12 de diciembre de cada año.

En el Fresnillo, para precisar a partir de qué año se celebra la devoción a la Virgen Morena, no se ha encontrado nada en firme que lo certifique. 

Sin embargo, existen cuatro testimonios físicos que nos aportan elementos que nos permiten redactar una versión aproximada al origen, son cuatro retablos ovalados que datan por lo menos dos siglos. Registran igual número de pasajes alusivos a las primeras apariciones.

Otra de las evidencias que se relacionan con el culto, se pueden apreciar en el crucero del templo Parroquial de la Purificación, al sur, en donde aparece el altar construido a instancias de la señora Natividad Benítez, fechado el 20 de noviembre de 1886. En él se montó una litografía de la guadalupana, y a los lados cuatro retablos ovaladas. Su permanencia comprendió hasta el primero de diciembre 1978.

Al cerrarse un episodio de la devoción guadalupana en este mineral, que generalmente se celebraba en el templo Parroquial de la Purificación, empieza una nueva época al construirse el santuario dedicado a la Virgen del Tepeyac por la calle Plateros. 

La primera piedra del nuevo templo se colocó el 12 de diciembre de 1974, a cargo del sacerdote Vicente García Bernal, vicario general de la diócesis.

Otros apuntes nos indican que desde el año de 1938 ya se trataba lo relacionado a construir un templo para la devoción guadalupana. 

En el proyecto se menciona la integración de la Corte de Honor de Santa María de Guadalupe y de sus propósitos. La primera mesa directiva fue conformada de la siguiente manera: José Chávez como presidente; Dositeo Sánchez Pulido, secretario y Manuel J. Varela como tesorero; el Pbro. Joaquín B. Raigoza sería el director. 

De los primeros intentos por determinar el lugar para la erección del santuario, se habla de la prolongación oriente de la García Salinas, el Cerro de Chilitos y en los terrenos donde se encuentra en la actualidad el colegio Fresnillo. Esta última propuesta fue rechazada al pretenderse la edificación de un colegio lasallista de acuerdo a la propuesta del obispo Antonio López Aviña.

La decisión para construí la nueva casa de la guadalupana por la calle Plateros se origina cuando era cura párroco de la Purificación el Pbro. Pascual Dávila Pinto y el Sr. Rodolfo Luján como directivo de la Corte de Honor. Para ello se comisiona a Salvador Hernández para la adquisición mediante compra de un solar que había sido utilizado como mesón y vecindad de Vicente Palacios.

Luego de haberse  formalizado el proyecto a raíz de la colocación de la primera piedra del nuevo templo, le corresponde al Pbro. Gabriel Medina Magallanes ser el principal artífice de la obra y para ello es nombrado director de la Corte de Honor. 

La ejecución del proyecto empieza a partir del 12 de febrero de 1975 a cargo del arquitecto Bernardo Magallanes Vega, la supervisión estuvo a cargo del ingeniero Luis A. Álvarez.

Los recursos para que el proyecto fuera una realidad provinieron de las aportaciones de la feligresía fresnillense.

La consagración del nuevo santuario fue el primero de diciembre de 1978 por el Obispo Rafael Muño Núñez.
Antes de ello se verificó solemne ceremonia en la Parroquia de la Purificación, la primera casa de la Virgen Morena en esta Ciudad, en donde permaneció por espacio de 92 años. 

El ceremonial comprendió el retiro de la imagen guadalupana de su nicho para ser llevada en procesión hasta el nuevo santuario.

El culto a la guadalupana en Fresnillo comprende otros capítulos que merecen ser citados, uno de ellos por ejemplo, la ceremonia de coronación prevista en principio para el 12 de octubre de 1894, la cual no se pudo realizar porque en esa misma fecha en la Basílica de Guadalupe, en la ciudad de México hubo un acto similar, determinándose posteriormente que fuera hasta el 12 de octubre pero del año de 1898.

La historia continua. 

Imagen Zacatecas – Carlos López Gámez




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