Junio 10 de 1914

El miércoles 10 de junio de 1914, la División del Centro, bajo el mando del general Pánfilo Natera, inició el ataque a la vetusta ciudad de Zacatecas. Sigue la propuesta del primer jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza: tomar a la vetusta Zacatecas. Aceptada la orden, la distribución de las fuerzas fue: Santos Bañuelos y … Leer más

El miércoles 10 de junio de 1914, la División del Centro, bajo el mando del general Pánfilo Natera, inició el ataque a la vetusta ciudad de Zacatecas.

Sigue la propuesta del primer jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza: tomar a la vetusta Zacatecas.

Aceptada la orden, la distribución de las fuerzas fue: Santos Bañuelos y José Carrillo (de Durango) atacaron por el camino de Jerez, el Cerro del Padre y Mesas de Calabazas.

Pedro Caloca, Fernando Reyes, Melitón Ortega, junto con Tomás Domínguez y Natera, arremetieron entre los cerros del Grillo y La Bufa.

El teulteca Trinidad Cervantes fue destinado al camino de Ojocaliente y las vías del ferrocarril. El objetivo es impedir el arribo de fuerzas federales huertistas.

En junio de 1914, en el ambiente de la guerra civil, la vía del ferrocarril central fue el medio de acceso para ingresar al centro del país.

Lo es tanto como en San Luis Potosí, entonces ya ocupada por los constitucionalistas bajo el mando de Eulalio Gutiérrez, cuyo contingente básico procede de Concepción del Oro.

Se presume que la fuerza atacante a Zacatecas es de 7 mil hombres. Son más de caballería. La artillería, al mando de Ignacio Caloca, era simbólica. Eran una sección de cañones Chaumond-Mondragón abastecida con parque fabricado en Durango.

Los soldados federales huertistas estaban preparados para repeler el ataque de los constitucionalistas. En hombres estaban casi en igualdad de número. En armas superaban a los atacantes.

Los testimonios desde el interior de la vetusta ciudad indican que el ataque inició al mediodía, del lado de Vetagrande y por la mina San Martín.

También se asedió la villa de Guadalupe, que cayó de inmediato. Las fuerzas federales de ese lugar llegaron a Zacatecas alrededor de las 2 de la tarde.

En la plenitud del día primaveral, el sonido fue atronador. Los cañones dominaron el ambiente. Los caídos en las trincheras eran trasladados a los lugares de sanidad.

No sobra decir: la institución que gastó más en mayo fue el hospital civil de la ciudad de Zacatecas.

La balacearía fue el dominante del día y la noche. Cayeron cientos de muertos de ambos bandos. La tormenta de granadas constitucionalistas sobre la ciudad provocó la muerte de vecinos de la vetusta ciudad de Zacatecas.

Signifiquemos: el rostro violento de la guerra civil arribó a la capital del estado. Seguirá un par de días más.

Imagen Zacatecas – Marco Antonio Flores Zavala