Catedráticos analizan la obra del compositor

El talento de Manuel M. Ponce era tan universal como lo es la música.Su estilo creativo no tiene clasificación porque a lo largo de su vida artística desarrolló piezas que enjacan con el romanticismo y nacionalismo, así como del impresionismo al modernismo. Como parte del primer Festival de música en honor al fresnillense, se realizó … Leer más

El talento de Manuel M. Ponce era tan universal como lo es la música.
Su estilo creativo no tiene clasificación porque a lo largo de su vida artística desarrolló piezas que enjacan con el romanticismo y nacionalismo, así como del impresionismo al modernismo.

Como parte del primer Festival de música en honor al fresnillense, se realizó la mesa redonda: La poesía en la obra de Manuel M. Ponce.

Haber incursionado en varios géneros musicales lo catalogaba como un compositor insólito, motivo por el que es difícil encasillarlo en una corriente, comentaron los catedráticos de arte y música Valeria y Mauricio Moncada León, Francisco Javier Muro, Julio César Moreno y Alfonso Vázquez.

La obra del artista tuvo una virtud, indicaron, logró conjuntar dos elementos que durante muchos años estuvieron sueltos: la lírica y la música.

El estudio de su obra se divide en tres periodos: de 1882 a 1915, de 1916 a 1919 y de 1920 a 1950; en este último dedicó su tiempo para crear los ocho ciclos para voz y piano, además de ser el más productivo de su carrera.

Para los especialistas, la obra cumbre de Manuel M. Ponce fueron los ocho ciclos para voz y piano.
En total fueron 30 canciones, de las cuales 28 fueron dedicadas a su esposa Clementina Maurel y tres más a su amigo y guitarrista español, Andrés Segovia.

Las composiciones de Ponce tienen un espíritu ecléctico porque supo comprender en esencia las transformaciones sociales de finales del siglo 19 y la primera mitad del siglo 20, recalcaron.

El fresnillense era conocido como el padre del nacionalismo, aunque él se denominaba romántico, dijeron en el auditorio del Manuel Felguérez. Sin embargo, se le debe reconocer haber incursionado en lenguajes musicales más arriesgados.

Imagen Zacatecas – Raúl Silva




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