Demagogia por el agua

La Organización de las Naciones Unidas desde hace 10 años reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento, el suministro de agua potable de manera saludable, limpia, accesible y asequible para todos es un principio esencial para la realización y desarrollo de las personas. Como tal, y en caso de nuestro país se ha considerado como una obligación del Estado garantizar y suministrar el abasto necesario del vital líquido a toda la población por medio de la administración municipal; y aunque el acceso al agua, como derecho, implica su gratuidad, eso no significa que el suministro lo tenga que ser y que el mal uso de la misma no considere repercusiones económicas para los individuos o empresas que caigan en malas prácticas.

Hoy este tema, lamentablemente ha sido utilizado y manipulado por intereses personales, con el fin de lograr ventajas políticas y electorales y al mismo tiempo desacreditar a los contrincantes políticos, poniendo en riesgo a la Jiapaz y con ello al suministro y acceso de agua potable en la zona conurbada de Zacatecas-Guadalupe y en los municipios aledaños de Vetagrande y Morelos, entidades que utilizan al organismo intermunicipal (que en buena parte es financiado con recursos estatales) para brindar dicho servicio.

El problema que vive hoy la Jiapaz tiene que ver con un tema de sustento y viabilidad para poder garantizar el abasto y suministro de agua potable hasta los cientos de miles de hogares que conforman la zona conurbada, sin embargo este problema se ha preferido superarlo con un conflicto de carácter político y casi hasta personal entre los presidentes municipales de Zacatecas y Guadalupe.

Creando así un conflicto donde antes no existía, ni siquiera cuando sus antecesores vinieran de partidos políticos contrarios, hoy ambos alcaldes postulados por Morena han optado por anteponer sus intereses personales y confrontarse por intereses grupales que tienen que ver con intereses al interior de su propio partido; han utilizado una problemática tan sensible para desinformar, manipular y utilizar a ciertos sectores de la población, con promesas demagógicas y de falsa representación para obtener supuestos triunfos que lejos están de resolver los verdaderos problemas de la disposición del agua en la región.
Mientras los presidentes optan por montar escándalos y espectáculos mediáticos, en los hechos no han contribuido como administración municipal a fortalecer mecanismos de vigilancia y/o sanción cuando el vital líquido es desperdicio, no se ha abatido el grave problema del desperdicio previo a las viviendas por deficiencias en la red de distribución, ni siquiera se ha logrado atender de manera efectiva otros servicios tan básicos como la recolección de basura.

Y mientras ellos continúan con una pésima recaudación de recursos públicos, incapaces de regular y actualizar costos por predial y cuotas de los diferentes permisos, y con ello poder contribuir de manera activa y real la solución de los problemas, han preferido dar soluciones simplonas y electoreras buscando el realce personal en detrimento del bienestar social.
Esperemos que la ciudadanía logre distinguir entre acciones demagógicas, intenciones electorales y discursos mediáticos con las acciones responsables que garanticen viabilidad y sustento de largo plazo a la problemática del agua en Zacatecas.

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