Fórmula 1

Tratando de desempolvar mis recuerdos, toda esta semana hice memoria de cuando comenzó mi afición por la Fórmula 1, máxima categoría del deporte motor. Después de varias vueltas la regresión hizo pausa en el único autoservicio de Fresnillo al que en ocasiones acompañaba a mi abuela Adela a comprar diferentes cosas. Ese sábado tuve la … Leer más

Tratando de desempolvar mis recuerdos, toda esta semana hice memoria de cuando comenzó mi afición por la Fórmula 1, máxima categoría del deporte motor. Después de varias vueltas la regresión hizo pausa en el único autoservicio de Fresnillo al que en ocasiones acompañaba a mi abuela Adela a comprar diferentes cosas.

Ese sábado tuve la fortuna de que me hiciera la pregunta mas esperada ¿quieres que te compre algo hijo? a lo que respondí rápidamente tomando un póster del Lotus 79 John Player Special conducido por Mario Andreti, mismo que estuvo colgado por años en la pared de mi closet justo al lado del cubo de juguetes, nada menos que así florecen mis recuerdos.

Posterior a esto y cuando mi abuelo Augusto me prestaba la sección de deportes del periódico Novedades, tenía la oportunidad de revisar semanalmente los resultados de las carreras alrededor del mundo.

El tiempo siguió su marcha y vine siguiendo la F1 en años posteriores sin tener la oportunidad de asistir a ningún Gran Premio de México en su etapa anterior a la que vivimos actualmente. Le comento que al primer Gran Premio que pude asistir fue en Montreal, Canadá y le aseguro que esa experiencia me hizo un adicto total a la categoría.

Dejando la historia y hablándole un poco de lo acontecido en este lustro de la nueva era del Gran Premio de México, le puedo asegurar que el ambiente, afición y entorno lo hacen algo mágico no solo para los corredores sino para la misma capital.

Debo de confesarle mi consternación cuando surgió la duda si este año sería el último de esta época y mas por las condiciones actuales en que vivimos donde la promoción turística y esta industria sin chimeneas dejaron de ser prioritarias para la 4T. La carrera fue duramente criticada y señalada como elitista, llegando a describirla como el mejor ejemplo de la pigmentocracia, por esto todos los altos funcionarios de la transformación de cuarta afirmaban que no había que hacer un evento así en un país pobre como el nuestro.

Que gusto me dió ver a muchas personalidades ligadas a este nuevo gobierno encabezadas por Miguel Torruco quien me imagino lo hizo como representante del gobierno federal. Pudimos también constatar la presencia de más personajes del gobierno actual así como de los analistas mas duros y críticos de esta carrera mal llamada fifí.

Reconozco que no me desagrada la presencia de todos los críticos en el evento, me da gusto ver que finalmente se animaron a salir y presenciar un espectáculo de clase mundial. Lo que si no tolero es que con falsos argumentos sigan manejando esa doble moral que nos divide y tanto daño nos hace como país. ¿Vio en redes a Antonio Attolini? Si no lo hizo búsquelo, se divertirá y verá como se maneja la verdadera doble moral.

Siendo muy realistas, el evento de la Fórmula 1 actúa como uno de los principales promotores de nuestro país y del gobierno, mostrando la cara que el mundo quiere ver de nosotros reflejada en la cultura, patriotismo y calidad de organización.

Gracias a este evento, el mundo puede vernos como un país contento y organizado, haciendo que el lado violento proyectado en sucesos como el de Culiacán pasen a segundo plano.

Investigando un poco las notas de la F1, le puedo decir que un número superior a los 90 millones se contaron como televidentes y si le sumamos las notas de los noticieros internacionales y de deportes, este número crece exponencialmente.

Los medios informativos internacionales no se quieren perder este evento, por lo que se tuvo presencia de mas de 350 medios internacionales.

Cabe destacar que este Gran Premio tuvo recursos del extinto CPTM, pero para la prórroga de tres años mas en el contrato, la Jefa de Gobierno Sheinbaum logró formar un fideicomiso de empresarios privado que apoyaría esta competición la cual da a la CDMX una derrama económica importante así como empleos directos e indirectos.

Sarcásticamente le digo que me encanta ver con estas acciones la cachetada con guante blanco que se le da a nuestro gobierno el cual aparte de no confiar en la iniciativa privada, en todo ve corrupción y suciedad. Aplaudo por esta acción a la Sra. Sheinbaum.

Según nuestro secretario de turismo Miguel Torruco, la empresa organizadora del Gran Premio de México calculó una asistencia promedio de 335 mil espectadores y proyectó que el impacto económico total alcanzará los 15 mil 74 millones de pesos de los cuales 8.5 mil millones de pesos son por gastos diversos y 6.3 mil mdp por cobertura mediática.

Para terminar solo haría mención de dos cosas:

A) Doy infinitas gracias a los organizadores, asistentes, equipos, gente involucrada y afición por hacer de este evento algo mágico que habla muy bien de nuestro país.

B) Miguel Torruco comentó lo siguiente -si la I.P. Comprendió a la 4T y logró hacer un evento de calidad mundial sin un quinto de gobierno- ¿porqué no se ahorran lo de Santa Lucía y concursan la culminación del NAICM a empresarios nacionales? Ganaríamos todos, gobierno, empresa y usuarios.

Piénsenlo autoridades, déjense de sus absurdos caprichos y por favor no lo descarten. Hasta la próxima.




Más noticias

Trotamundos

Contenido Patrocinado