Rusia-2018, entre conocidos favoritos y un entusiasmo dormido

CIUDAD DE MÉXICO.- El mundo posa su mirada en Rusia aunque Rusia aún no posa su mirada en un Mundial que promete una dura pelea en la cumbre entre los favoritos Brasil, Alemania, España, Francia y Argentina. Los conocidos de siempre parecen tener el camino allanado para un viaje sin mayores contratiempos a los octavos … Leer más

CIUDAD DE MÉXICO.- El mundo posa su mirada en Rusia aunque Rusia aún no posa su mirada en un Mundial que promete una dura pelea en la cumbre entre los favoritos Brasil, Alemania, España, Francia y Argentina.

Los conocidos de siempre parecen tener el camino allanado para un viaje sin mayores contratiempos a los octavos de final de la cita máxima, que también estará marcada por el inicio de una transición en el reinado de las grandes estrellas de este decenio, el argentino Lionel Messi y el portugués Cristiano Ronaldo.

 Alemania, Brasil…como (casi) siempre

En el Mundial-2018 brillan por su ausencia los temidos grupos de la muerte y las grandes selecciones en los papeles parecen no tener escollos para avanzar a octavos, aunque en algunas llaves será interesante ver cómo equipos intermedios pugnan por uno de los boletos.

Con una mezcla de experimentados internacionales que han logrado el Mundial-2014 y jóvenes ya exitosos que ganaron hace un año la Copa Confederaciones, Alemania va por el bicampeonato sucesivo y a la vez por alcanzar a Brasil, su víctima en 2014, en el reinado del fútbol con cinco trofeos mundiales.

Pero Brasil dio por superada la profunda cuchillada asestada por los alemanes en su Mundial y de la mano de un Tite que revivió el jogo bonito bajo la batuta de Neymar y le dio a la Seleçao una gran solidez defensiva, llegó a Rusia para hacerle lugar en sus ya pobladas vitrinas a la sexta corona.

Tanto Brasil, que enfrenta en el Grupo E a Suiza, Costa Rica y Serbia, como Alemania rival de México, Suecia y Corea del Sur en el Grupo F, parecen tener libre tránsito en una primera fase que luce como destinada a calentar motores para la pelea mayor.

Francia, otro aspirante, puede meterse en la discusión por su potencial ofensivo encarnado por Antoine Griezmann, Ousmane Dembélé y Kylian Mbappé, mientras que España, también en el primer lote de los favoritos, exhibe en su esplendor el tiki taka, su marca de identidad.

Argentina modificó el refrán popular y ahora proclama la cuarta es la vencida. Tres finales consecutivas perdidas (ediciones 2015 y 2016 de la Copa América y Mundial-2014) carga la pesada mochila de Messi, quien puso en duda su continuidad en la Albiceleste tras el Mundial, cansado de las críticas por no haber coronado.

Pero la historia de frustraciones de la Albiceleste es mucho más larga: hace un cuarto de siglo que su selección absoluta no gana un torneo, período en el que perdió las cinco finales que disputó (también las Copas América 2004 y 2007).

¿Fin de una era?

Es también el Mundial de la posible transición entre una generación que será difícil de igualar, liderada por Messi y Cristiano, y la que busca abrirse paso con Neymar, Antoine Griezmann y Mohamed Salah a la cabeza junto a otros emergentes aún más jóvenes como Ousmane Dembélé, Kylian Mbappé, Harry Kane, Paulo Dybala y Gabriel Jesus.

El portugués llega a Rusia con una carga más aliviada que la de su rival de la década luego de haber conquistado la Eurocopa-2016. El crack argentino aquilata una medalla de oro olímpica y un Mundial Sub-20, pero le falta el título con la absoluta, su gran cuenta pendiente.

Messi, que cumplirá 31 años el 24 de junio en pleno Mundial, y Cristiano, con 33, quemarán en Rusia gran parte de sus cartuchos para alcanzar con sus seleccionados la gloria que ya han logrado con creces en sus clubes.

Brasil, Argentina y los otros

Brasil y Argentina son los responsables de sacar la cara por Latinoamérica, pero cuidado porque Uruguay, el otro campeón mundial de la región, amenaza con entrar en la pelea con una letal dupla de ataque integrada por Luis Suárez y Edinson Cavani, que muy pocas selecciones pueden igualar.

Algo parecido sucede con Colombia guiada por James Rodríguez, Radamel Falcao García y Juan Guillermo Cuadrado, en busca de al menos igualar su histórico cuarto de final de Brasil-2014.

México, en cambio, se conforma con jugar un quinto partido tras frenar en octavos durante seis Mundiales consecutivos, aunque primero deberá resolver cuestiones de disciplina por un escándalo sexual de una parte de su plantel que ha empañado sus metas deportivas.

Perú está en éxtasis luego de haber clasificado a un Mundial tras 36 años y por haber recuperado a su ídolo y goleador Paolo Guerrero, sancionado por dopaje, pero además lleva a Rusia un invicto de 11 partidos en un año, que le da confianza para avanzar a octavos desde un accesible Grupo C, que comparte con la favorita Francia junto a Australia y Dinamarca.

La selección de Costa Rica, guiada por el campeón de la Champions, el portero Keylor Navas, tiene en el horizonte igualar su inédito cuarto de final de Brasil-2014, donde fue líder de su grupo eliminando a potencias como Inglaterra e Italia y dejó en segundo lugar a Uruguay, tres campeones mundiales.

La Cenicienta Panamá ya está hecha por haber clasificado por primera vez en su historia a un Mundial y va a Rusia tranquila esperando dar un difícil zarpazo.

 Frío, frío…

A pocos días de la fiesta inaugural, Moscú y otras sedes del Mundial transitan su vida como si el evento central del deporte más popular se jugara en otro rincón del planeta.

Salvo algunas gigantografías de ocasión, banderas alusivas que flamean sin muchas ganas y voluntarios apurados que se desplazan en el impresionante metro de la capital rusa, casi nada entre los moscovitas devela el fervor que habitualmente se ve en los países anfitriones de este evento.

A nivel deportivo, será porque la selección local genera muy escaso entusiasmo en medio de sombríos pronósticos de quedarse en la primera fase, o tal vez porque el partido inaugural entre el anfitrión y Arabia Saudita luce a priori entre los menos atractivos del Mundial. Rusia prepara una fiesta… para otros.

Imagen Zacatecas – AFP