UAZ 50 años

Aunque la Universidad como institución de enseñanza pública se remonta al siglo XIX, este año y este mes conmemoramos, festejamos y celebramos la última transformación del entonces Instituto Científico en la Universidad Autónoma de Zacatecas “Francisco García Salinas”.  Algunos años antes había conquistado la autonomía y para finalizar el verano de 1968 conseguía convertirse en … Leer más

Aunque la Universidad como institución de enseñanza pública se remonta al siglo XIX, este año y este mes conmemoramos, festejamos y celebramos la última transformación del entonces Instituto Científico en la Universidad Autónoma de Zacatecas “Francisco García Salinas”. 

Algunos años antes había conquistado la autonomía y para finalizar el verano de 1968 conseguía convertirse en universidad. Muchos contextos pueden ser rescatados, pero me limitaré a esbozar el impacto de aquellas raíces en nuestro presente.

En una ciudad pequeña, fría, pobre –aunque un zacatecano de “abolengo” lo niegue-, un pequeño instituto se transformó en universidad, sin dejar de ser pequeña, sin dejar de ser para pocos.

La Guerra Fría y las dualidades entre Estados Unidos y las URSS eran una tónica que comenzaba a ser menos ausente. Las Olimpiadas estaban en puerta, las protestas en la Ciudad de México ya habían comenzado. 

El crecimiento poblacional del estado y de la ciudad, comenzaba su escalada, como nos ha dicho el doctor José Enciso, la primera mitad del siglo XX no fue benévola con la ciudad, la población no superaba los cincuenta mil habitantes.

En una orilla de la ciudad, pegada a la nueva carretera a La Bufa y junto con el nuevo Hospital General se mandó construir lo que sería la Ciudad Universitaria, espacios que actualmente ocupan las Unidades Académicas de Ingenierías I y II, junto con Derecho. 

La carrera espacial no sólo era una competencia por el dominio de los cielos, era un estilo de vida, los edificios fueron planificados dentro de la corriente arquitectónica del Modernismo.

El ojo que flota y es sostenido por el arco que forma su techo. El pastel con una figura cilíndrica, el auditorio que es sostenido por unas delgadas y estilizadas columnas exteriores, el observatorio astronómico con una rampa serpenteante que bien podría salir en cualquier película de El Santo.

Su “moderno” reactor nuclear que la situaba al nivel de cualquier súper potencia. El auditorio de Derecho que tantas asambleas presenció, con su estilo de rectángulo lleno de trapecios, rematado con el santo cristo redentor de la sabiduría: Prometeo.

Ahora la UAZ está presente en 16 campus, más de treinta mil estudiantes le dan vida diariamente. Las casas de estudiantes y los comedores son algunos de los vestigios de esa crisis del 1977 donde se abrió para las clases populares.

Muchos profesionistas lo somos gracias a los precios, los comedores y todos los servicios de la UAZ. Es cierto las críticas son muchas, pero desde el aula y educando diariamente hay que luchar por que siga teniendo un bajo coste.

A los alumnos y alumnas les toca aprender, desaprender, cuestionar, criticar, proponer y participar en la vida universitaria.

*Profesor de la UAZ.

Imagen Zacatecas – Ricardo González




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