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Noriega Barceló subrayó que no basta con políticas enfocadas en pensiones o apoyos económicos.
ZACATECAS.- Durante la homilía dominical correspondiente al séptimo Domingo de Pascua, el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, advirtió sobre el acelerado envejecimiento de la población en el estado y llamó a desarrollar una “espiritualidad de la tercera edad” como respuesta pastoral y social a este fenómeno.
“Al paso que vamos, vamos a ser más adultos mayores que niños”, expresó el obispo ante la feligresía reunida, evidenciando su preocupación por la falta de preparación institucional frente al cambio demográfico.
Noriega Barceló subrayó que no basta con políticas enfocadas en pensiones o apoyos económicos, sino que se requiere también una atención integral que contemple la dimensión espiritual de los adultos mayores.
En un mensaje cargado de esperanza, el prelado propuso tres ejes esenciales para fortalecer la vivencia cristiana en la vejez: la oración, tanto individual como comunitaria; una reinterpretación del sufrimiento desde la fe; y la conciencia del juicio final como motor para una vida con propósito.
“El envejecimiento es un reto que interpela a todos, especialmente a los creyentes, a generar espacios de acompañamiento, consuelo y crecimiento interior”, afirmó.
En el marco del inicio del mes dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, el obispo exhortó a los fieles a ser “peregrinos de esperanza”, llamados a madurar en humanidad y fe.
“Seamos mejores personas, mejores ciudadanos, mejores cristianos”, concluyó.
Con esta reflexión, la Diócesis de Zacatecas busca visibilizar la realidad de la tercera edad como una etapa valiosa, invitando a la sociedad a reconocer en los adultos mayores no solo su vulnerabilidad, sino su riqueza espiritual y su papel esencial en la vida comunitaria.