500 años después de Lutero

Este año se cumplen 500 años de uno de los cismas y punto de quiebre más importante de la historia de la humanidad, que ha sido catalogado como el inicio de la era moderna. El 31 de octubre se conmemoran los 500 años de la reforma protestante en el siglo 16.. Las 95 tesis de … Leer más

Este año se cumplen 500 años de uno de los cismas y punto de quiebre más importante de la historia de la humanidad, que ha sido catalogado como el inicio de la era moderna. El 31 de octubre se conmemoran los 500 años de la reforma protestante en el siglo 16.. Las 95 tesis de Lutero, significaron el desafío político más que religioso a la autoridad papal de le época. 
El evento tiene resonancia en occidente por sus consecuencias, la reforma luterana impulso una nueva concepción religiosa que rompió las ideas predominantes respecto de la fe (Dios), la relación entre el creyente y la divinidad, la libertad,  la conciencia y la salvación. A partir de la estructuración de una doctrina religiosa se impulsó la creación de iglesias nacionales, esto rompía el control político que el papado tenía sobre los Estados monárquicos. 
La adhesión de los aristócratas, intelectuales, y emperadores que abrazaron la nueva fe dio como resultado la sistematización, diversificación y fortalecimiento del protestantismo, que se propuso colonizar occidente (Europa y América), a partir de lo que Emilio Castelar llamo en 1883, la libertad de pensamiento y examen. Lo anterior implico la estructuración de todo un sistema de pensamiento, que incluyo un nuevo modelo educativo para formar a los ciudadanos que debería dirigir al Estado y estar bajo el imperio de la Ley. 
Estamos hablando de una concepción moderna sobre el estado, la económica, la justicia, el derecho y la política.  El mundo se dividió en los Estados católicos y protestantes, la filosofía política de cuenta de ello (Tomas Moro, Jean Bodin, Hegel, etc), estados democráticos, soberanos, liberales y republicanos. Esta nueva contribución ideológica implico una nueva forma de Estado y un nuevo tipo de clase política distinta al perfil de la mayoría. México no ha estado fuera de esta dinámica, las elites políticas nacionales y regionales muestran la incrustación no solo de las elites políticas tradicionales de formación religiosa católica sino también protestante, lo anterior está presente desde el nacimiento del México independiente, entre los redactores de la Constitución de 1824, y diputado constituyente estuvo José M. Luis Mora, quien fue el representante de la sociedad Bíblica Unidas Britanicas en México, Jaen Pierre Bastian comenta que en los años de las reforma y la intervención francesa los oficiales del ejército liberal eran protestantes y masones (en Zacatecas Juan Amador, secretario particular del Gral. González Ortega); durante la Revolución la presencia del protestantismo estuvo en el ejército constitucionalista y en el obregonismo, en la fase de formación del sistema político posrevolucionario destacan Vicente Lombardo Toledano formado en escuelas metodistas, Aron y Moisés Saenz formados en institutos presbiterianos (secretarios de estado en los gobiernos de Obregón y Calles), en Zacatecas en el periodo 1920-1934, destacan Alfonso Medina Castañeda, Ramón Saucedo, Esteban Ramírez, Prudenciando García, entre otros. 
Nota. El protestantismo también produce sus elites políticas que representan los valores culturales, cívicos, morales y religiosos que de una u otra manera también están presentes en la acción política.

Imagen Zacatecas – José de Jesús Vela Cordero




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