Recuentos Velardianos/Velardeanos

¿Le ha pasado que descubren un gusto enorme o una pasión después de un suceso específico? Creo que es lo que me ha sucedido personalmente con la cercanía, que por razones laborales, tuve que sostener con la figura del poeta Ramón López Velarde. Ya que año con año, me toca tener cercanía con la ejecución de las Jornadas Lopezvelardeanas.

Para empezar, este evento se realiza organizado por el Gobierno del Estado de Zacatecas a través del Instituto Zacatecano de Cultura, que ¿Qué creen? lleva el nombre del poeta.  Durante esta actividad, se realizan distintas acciones que permiten dar a conocer las novedades en torno a la vida, obra y legado de este poeta, que murió a los 33 años y que después de 104 años, sigue dando de qué hablar.

Durante esta gran conmemoración, se realizó la ofrenda floral a López Velarde en la Rotonda de las Personas Ilustres, que está en el Panteón de Dolores en la Ciudad de México; un evento de gran valor y belleza, por la calidad de sus intervenciones, particularmente la de Sofía Ramírez, quién además, es reconocida con el Premio Iberoamericano Ramón López Velarde en su edición 2025; Sofía hizo hincapié en el valor de la obra del poeta y de tenerlo presente en la memoria colectiva; asimismo, la participación del poeta Fabián Espejel, recitando poemas del homenajeado, brindaron mucha calidez al evento.

Posteriormente, en Zacatecas, se llevaron  cabo mesas redondas, diálogos, conferencias y presentaciones editoriales donde podría destacar el nuevo título de la galardonada, Sofía Ramírez con el nombre de: “Ramón López Velarde, convertir lo efímero en permanente”, así como el de “Ramón López Velarde en Guadalajara” de Emmanuel Carballo, comentado por Ernesto Lumbreras y Juan José Doñán, también, pero no menos importante, la presentación editorial de “Herir en lo sensible” y “La exquisita dolencia” del tenaz investigador, José Manuel Cuéllar. Quien se encuentra impulsando su investigación en torno al trabajo literario de la figura de Emilio Uranga.

Sin embargo, lo que más se puede rescatar, aunado al gran trabajo de cada uno de los ponentes, es algo que toma un valor incalculable, que es, la convivencia. En cada uno pude encontrar un valor humano único, lleno de generosidad y camaradería; bien decía en esa semana, todo gracias a Ramón.

Algo que resalto de forma única, es particularmente la convivencia con dos grandes figuras: Marco Antonio Campos y Juan José Doñán. Ambos con una trayectoria inmensa, con amenas anécdotas y una charla interminable. Ya para el último día, tuve el gusto de compartir la cena con ambos, resulta que ambos son amigos y no se veían hace más de 30 años. No puedo creer como la vida nos pone distancia. La charla era muy elocuente y entretenida, y para mí, hasta histórica, ya que ambos hablaban de muchos personajes que ahora no están en el plano terrenal. Pero que formaron parte importante, ya fuera como funcionarios, artistas o escritores. Creo que algo de lo más importante que rescato, es aquello que mencionaban sobre el poeta Ali Chumacero, que al igual que yo, con orgullo, era nayarita.

Definitivamente, esto más que ser informativo, es solo una pizca del valor de un evento como las Jornadas Lopezvelardeanas; y todo el cúmulo de saber y conocimientos en torno a esta experiencia. Mi invitación en este sentido, es acercarse a la obra de dicho poeta a través de las palabras de los investigadores y los nuevos promotores. También, dejo una posdata, buscando invitarlos a disfrutar del Festival de Monólogos Teatro a una sola voz. Este festival inicia el próximo domingo a las 19 horas en el Centro Estatal de las Artes de Zacatecas. Es entrada libre.

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