Cerrar el paso a la corrupción en el presente, decisión presidencial

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

Celebro con entusiasmo las investigaciones en curso sobre presuntos hechos de corrupción a cargo de servidores públicos ingresados en el presente régimen, celebro que el presidente reitere su directriz a Santiago Nieto y a Irma Eréndira Sandoval de que no se detengan ante nada y ante nadie, estoy convencido de que hoy, los mejores aliados … Leer más

Celebro con entusiasmo las investigaciones en curso sobre presuntos hechos de corrupción a cargo de servidores públicos ingresados en el presente régimen, celebro que el presidente reitere su directriz a Santiago Nieto y a Irma Eréndira Sandoval de que no se detengan ante nada y ante nadie, estoy convencido de que hoy, los mejores aliados de la impunidad de los del pasado son los corruptos del presente.

Solo saldrán de la grave crisis pandémica los gobernados por austeros y enemigos frontales de la corrupción.

El castigo y la prevención de la corrupción en el presente será clave en la política de sancionar delitos sin prescribir del pasado. En México y en el exterior hay un amplio reconocimiento a la sinceridad de Andrés Manuel López Obrador en el afán de eliminar la corrupción de la vida pública mexicana, también los saben los poderosos con colas que pisarles, por eso viven empeñados en desacreditarlo para debilitar su capacidad de maniobra y concluya su sexenio sin lograr su propósito.

Lo que puede debilitar al presidente no son las campañas carentes de sustento denunciando corrupción, tampoco le afectaría la ocurrencia de casos de corrupción real durante su gobierno si estos una vez comprobados son debidamente castigados, la tendencia a sacar conclusiones generalizantes a partir de casos particulares se anula cuando la respuesta institucional es contundente.

No fueron los vicios de conducta del Padre Marcial Maciel los que debilitan a la Iglesia Católica, fue la falta de reacción de los jerarcas del clero lo que afectó gravemente su credibilidad.

Las dependencias responsables de combatir la corrupción del Ejecutivo son la Secretaría de la Función Pública y la Unidad de Inteligencia Financiera. La Auditoría Superior de la Federación depende, como sus homólogas en los estados, del Poder Legislativo y la Fiscalía General de la República, es órgano constitucional autónomo, todas ellas con enormes burocracias que en el pasado no fueron exitosas contra la corrupción.

Muchos mandos medios de esa burocracia viven renegando de los nuevos criterios de austeridad y algunos fueron cómplices del estado de cosas, además nadie ignora que el arrastre electoral del presidente atrajo a políticos curtidos en la corrupción en sus diversas modalidades, que van desde la compra del voto hasta la asignación de contratos mediante el esquema de licitaciones simuladas.

La historia documentada de la corrupción en México abarca a los tres poderes, a los estados y municipios. Si el presidente circunscribe a la administración pública federal sus esfuerzos en contra de la corrupción esta no tardaría en regresar con más fuerza, no hay de otra que hacer la tares completa.

Denuncia, investigación, exoneración o castigo

Un cuadro como el anterior deja muy claro que la lucha del presidente depende del respaldo que reciba de los mexicanos de todos los niveles, partiendo que el mejor aliado de los corruptos del pasado son los corruptos del presente, pues con sus acciones debilitan la fuerza de un presidente que enfrenta a las poderosas y corruptas élites con psicología de intocables.

Celebro la voluntad presidencial de cumplir su deber de garantizar para todo la libertad de expresión (incluyendo la del presidente), eso nos coloca en la ruta de salida de la corrupción hasta que la impunidad no quepa en las estructuras de poder ni en la cultura de los ciudadanos, como sucede en los países que no viven esa pesadilla.
Cimentemos el camino que inicia con denuncia, continúa con investigación y culmina con castigo o exoneración de lo podrido del pasado y del presente.

Los mexicanos tenemos la necesidad y el derecho de saber si Felipe Calderón tuvo que ver con las acciones imputadas a Genaro García Luna, tanto como saber si el hijo de Manuel Bartlett es traficante de influencias del presente.

Si hubiera impunidad con los del presente, no habrá fuerza política para castigar a los del pasado ni para enfrentar la podredumbre anidada en estados y municipios del pasado y del presente. Quien no gobierna con el ejemplo mal gobierna y eso vale para todos.

Función social de la prensa

Estoy convencido que solo las libertades de expresión y prensa pueden evitar un presidente cautivo de burbujas.
Los medios tradicionales, aun si no es su propósito, sirven al combate a la corrupción al estar a la caza de cualquier hecho que permita propinar golpes al presidente, en mi opinión son una barrera de contención consciente o inconsciente.

Los profesionales de la información hacen que los mandos contra la corrupción conozcan “pitazos” muy útiles para proceder. El periodismo profesional en México ha documentado con antelación muchos de los episodios que después son materia de acciones judiciales.

Vienen tiempos de duras pruebas, debemos encararlos con las libertades intactas.

Nos encontramos el lunes en Recreo.

[email protected] | @luismedinalizal




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