Dictadura de influyentes

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

No comparto las expectativas de quienes suponen que la política del Presidente López Obrador vive un progresivo debilitamiento. Por el contario, en plena Pandemia, la élite económica muestra que en su anterior existen posturas de colaboración y posturas en contra, factor que hace impensable la lógica de derrocamiento que abiertamente impulsan empresarios como Martin Bringas … Leer más

No comparto las expectativas de quienes suponen que la política del Presidente López Obrador vive un progresivo debilitamiento. Por el contario, en plena Pandemia, la élite económica muestra que en su anterior existen posturas de colaboración y posturas en contra, factor que hace impensable la lógica de derrocamiento que abiertamente impulsan empresarios como Martin Bringas y los medios en sistemática campaña en contra de la figura presidencial, tal división le da una enorme capacidad de operación política al Presidente.

Lo contrario al estado de derecho es la dictadura de los influyentes, cuando las palancas pueden más que las normas, el interés general es aplastado por el interés privado y se impone la realidad en que el pez grande se come al chico, la ausencia del estado de derecho pleno condujo a México a una economía dominada por monopolios y a la concentración extrema de la riqueza en una minoría, López Obrador ofreció dejar atrás el capitalismo salvaje acabando con la dictadura de los influyentes como ineludible paso hacia el verdadero estado de derecho y ha dado pasos agigantados en esa dirección contando con el apoyo de una parte de la élite lo suficientemente enterada de para donde soplan los vientos que renuncia a la oposición absoluta para entrar al juego democrático de coincidir y discrepar, dejando colgados de la brocha a los belicosos ultras y sus voceros oficiosos.

Ejemplos de lo anterior abundan, prueba de ello es el de la supresión de condonaciones de impuestos y la creciente aceptación de los que antes se valían de abogados con tácticas dilatorias para evadir sus obligaciones.

Las empresas de Carlos Slim, el más poderosos de todos, no solo aceptó cubrir sus adeudos fiscales sino que adelantó el pago de sus impuestos, apoyando con su gesto la decisión de no endeudar el país y desinflando la campaña a favor de la condonación con motivo de la pandemia, otro ejemplo reciente es el pago de sus adeudos de Walmart, uno de los que habían resistido ponerse al día.

Tampoco mantienen la misma postura ante los cambios que impulsa el Presidente como lo evidencia el contraste entre la contundente mayoría de grandes empresarios de actividades no esenciales que han acatado la disposición de suspender su actividad con la actitud de la pequeña minoría coincidente con Ricardo Salinas Pliego, rebelde ante todo lo que lesione sus utilidades.

El caso más elocuente es la separación de Martín Bringas del Consejo de Administración de Soriana aprobado en sesión extraordinaria, marcando la diferencia con su delirante pretensión de que López Obrador “no llegue a diciembre como Presidente”.

 ¿A quién le dan pan que llore?

Si buena parte de la élite de los influyentes están cambiando de actitud, es de esperar que en cada estado y en cada municipio desaparezca pronto el influyentismo, para eso se requiere que los gobernadores y presidentes municipales actúen en consecuencia.

¿Porqué los que antes se valían de influencias para no cumplirle al fisco ahora cambian de actitud? Simplemente porque se podía ¿Por qué los inversionistas canadienses, europeos y gringos cumplían con sus obligaciones en sus países de origen al mismo tiempo que en México las ignoraban? Porque se podía.

No perdamos de vista que en estados y municipios los influyentes, por lo general, todavía las pueden.

En la mayoría de los casos todavía los gobernadores y presidentes municipales no se creen gobernantes de todos y siguen siendo bravos con los humildes vendedores ambulantes y corderitos mansitos con los grandes, el cambio deberá llegar también a esos niveles y verán que no era tan difícil puesto que los influyentes en esos ámbitos hacen lo que hacen porque se puede .

En Zacatecas desde hace décadas es tema de conversación pública el dichoso “diezmo” que refiere el pago de sobornos a funcionarios o donativos a candidatos para influir en su provecho privado.

Viajamos todos en el mismo barco

Celebro que la mayoría de la iniciativa privada acate la estrategia sanitaria, que coopere de mil formas, que no preste atención a quienes en su nombre se dedican a torpedear al Presidente y a quitarle autoridad al doctor López Gatell promoviendo el desacato a los llamados a quedarse en casa.

Los delirantes golpistas no hablan por ellos.

Es necesario reconocer que consorcios trasnacionales, grandes empresarios de la medicina privada, empresas que aportan para fabricación de insumos y muchos que acuden en auxilio de los más humildes, han dejado de lado sus particulares intereses para ayudar a que no se hunda el barco porque saben que de ahogarse no los salva ocupar camarotes de lujo.

La reactivación económica tendrá como eje, el interés general y no el de los influyentes. Para eso es el cambio de régimen.

Nos encontramos el lunes en Recreo.




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