Educación financiera

Los niños y jóvenes deben aprender cuestiones prácticas a desarrollar, creando hábitos y valores desde casa y escuela, una cultura del ahorro

Uno de los temas más solicitados por los ciudadanos a las autoridades, mediante solicitudes de información, es sobre el manejo financiero, la ciudadanía se interesa por conocer sobre el tema desde el momento en que es un proyecto de presupuesto, el monto autorizado, el momento de su ingreso, su administración, así como su egreso y los resultados del uso y manejo del recurso.

Sin ser una experta en el tema sobre cuestiones financieras, si he podido comprender y atestiguar que ahora, es uno de los requisitos básicos de toda persona que le interese formar parte de la administración pública, pues no solo en lo privado sino en lo público, cualquier funcionario debe tener la capacidad de administrar de forma responsable el recurso público, dar seguimiento a las finanzas hasta el punto de poder ser auditado sin mayor preocupación, con la certeza de que se ha dado un uso responsable al dinero de los ciudadanos.

Conceptos como la elaboración de un presupuesto en la cual se prevean las metas y objetivos a desarrollar (Programa Operativo Anual), planificación del gasto, el ahorro, inversiones y rendimientos, hacen que los servidores públicos aprendan sobre una adecuada educación financiera y desarrollen conocimientos y habilidades para administrar los recursos y el patrimonio que queda bajo su cargo y encargo. No es menor la responsabilidad.

Considero que la educación financiera debe comenzar desde la niñez, no sólo mediante conceptos teóricos, sino que los niños y jóvenes deben aprender cuestiones prácticas a desarrollar, creando hábitos y valores desde casa y escuela, una cultura del ahorro, que la mayor complejidad a la que se enfrenta la sociedad es que los conceptos financieros a excepción de quien pudiera ser contador, economista o similar, suele ser poco entendible, por ello es necesario desarrollar información amigable y sencilla que le permita a las personas un mayor entendimiento de contenidos relacionados con presupuesto, ahorro, crédito, inversión, afores y seguros por ejemplo.

Para quienes somos servidores públicos aquí no hay opción ni curva de aprendizaje lenta, sí o sí, debemos subirnos al tren del control responsable del presupuesto, limitar las deudas a cambio de ahorro e inversión, el gasto inteligente y crear una cultura preventiva para el caso de que llegase una crisis.

Una buena educación financiera detona en una mejor rendición de cuentas que dará como resultado el incremento en los niveles de bienestar de un estado y/o país, mejora en la participación ciudadana en actividades económicas y de inversión y como resultado, limita el alto grado de desigualdad. Eduquémonos y formemos a los nuestros en el complicado mundo de las finanzas, un mundo que no da margen al error.

[email protected]




Más noticias


Contenido Patrocinado