El Ágora, 35 años después…

Hace 35 años, precisamente el día 9 de septiembre de 1980, nació por así decirlo, el ÁGORA José González Echeverría. Una emotiva ceremonia realizada en el patio central, rubrica el acontecimiento que vino a rescatar el añoso edificio, convertido por el abandono oficial y sistemático saqueo, en un monumental hacinamiento de ruinas. El majestuoso edificio … Leer más

Hace 35 años, precisamente el día 9 de septiembre de 1980, nació por así decirlo, el ÁGORA José González Echeverría.

Una emotiva ceremonia realizada en el patio central, rubrica el acontecimiento que vino a rescatar el añoso edificio, convertido por el abandono oficial y sistemático saqueo, en un monumental hacinamiento de ruinas.

El majestuoso edificio construido a mediados del siglo 19 por decreto de Antonio López de Santa Anna, con aportaciones de la Compañía Minera Mexicano-Zacatecana y Gobierno del Estado, fue para La Escuela Práctica de Minas y Metalurgia. La primera institución profesional de la historia de Fresnillo, segunda en importancia a nivel nacional.

Las referencias históricas describen con amplitud su incierta suerte que vino a traer la inevitable destrucción hasta llegar a posesionarse de un sitial nada agradable: históricas ruinas. Tuvo otros usos, por ejemplo: hospicio, talleres, cuartel militar, establo, bodegas y guarida de malvivientes.

El rescate de inmuebles catalogado en bienes nacionales y consecuentemente patrimonio histórico de Fresnillo no fue nada fácil. Infinidad de trabas de índole burocrática obstaculizaron por completo todo tipo de intentos, incluso en dos ocasiones se puso a la venta, por fortuna no se llevó a cabo. Sin embargo, consideramos que bien pudo hacerse porque se rescataría y se le daría un uso más adecuado.

Llegamos al año de 1980, fecha que registra el nacimiento de este edificio, entre sus propias cenizas, como la mítica ave fénix. Y no fue por una mera circunstancia, ni mucho menos producto de una propuesta o de un formal proyecto. En todo lo anterior, una persona fue el factor determinante para poder rescatar y restaurar totalmente la antigua escuela de minería y regresarla al pueblo completamente reconstruida y equipada.

Ella fue la señora Ana María Rojas de Pámanes, presidenta del FONAPAS Zacatecas, esposa del General Fernando Pámanes Escobedo, gobernador del Estado.

El artífice del aspecto técnico fue el arquitecto Álvaro Ortiz Pesquería.

El día señalado para la ceremonia de apertura del edificio debe registrarse en los anales de la historia local, así lo hemos considerado. ¿Por qué? Bueno, pues a partir de ese día nació, como Ágora el histórico inmueble que de inmediato se abrió como Centro Cultural de Fresnillo. Se inauguró además el Museo Manuel M. Ponce ya en un espacio acondicionado para ello y también se develó el busto de José González Echeverría.

Así nació la Casa de Cultura del pueblo minero, la cual alojaría más adelante otras expresiones relacionadas con personajes fresnillenses, desde luego se programaron y realizaron de manera continua eventos de toda índole. Se le dio vida a la antigua escuela. Entre otras, se equipó y acondicionó completamente el albergue de la ciudad de los niños.

El programa oficial de la inauguración consistía en lo siguiente: la intervención de la señora Ana María quien destacó los esfuerzos emprendidos para evitar que la indiferencia destruyera por completo el que fuera majestuoso edificio. La semblanza estuvo a cargo del maestro Ernesto Juárez.

El festival artístico-musical transmitido a nivel nacional mediante la XEB de la ciudad de México, estuvo conformado por compositores, miembros de la SACM. Entre ellos: Tito Guizar, Juan Zaizar, Fernando Z. Maldonado, Claudio Estrada, Ramón Inclán, Lilia Guizar, Antonio Valdez, Tomas Méndez Sosa, Benjamín Sánchez Mota y Ernesto Juárez.

En conciertos actuaron el guitarrista Arturo Davis, el tenor Gonzalo Ibarra, la soprano Alicia Cascante, y los pianistas Carlos Vásquez Sánchez y Rodolfo Villalbazo.

En las invitaciones se menciona a Consuelito Velázquez presidenta de la Sociedad de Autores y Compositores de México, así como Blas Galindo, Carlos Gómez Barrera y el maestro Héctor Quintanar, director titular de la Orquesta Sinfónica de la UNAM.

El ayuntamiento presidido por el alcalde José Bonilla Robles quien recibiera el restaurado edificio. Durante su administración la Casa de Cultura de Fresnillo nunca quedó desprotegida, mucho menos sufrió alguna marginación. Con su respaldo se promovieron infinidad de eventos de indiscutible calidad que a la fecha jamás han sido superados.

El debacle y gradual deterioro del Centro Cultural se empezó a gestar a partir de 1986. Las administraciones municipales después de los primeros seis años de vida del restaurado edificio jamás se preocuparon por su existencia. Lo condenaron virtualmente a su extinción por su aberrante actitud de convertirlo otra vez en ruinas.

Le han convertido en todo, menos en lo que en un principio se decidió. Se utilizó hasta para una empresa particular, sede de la UAF y hasta oficinas públicas.

Todo lo que ahí se encuentra, todavía, está en abandono. El inmueble está totalmente deteriorado, menos el espacio que ocupa el museo de minería.

Imagen Zacatecas – Carlos López Gámez