Fundador de Casa del Migrante dedica galardón a separados por Trump

Monseñor Oscar Guadalupe Lozano Molina, fundador de la Casa del Migrante “Juan Diego” en Nuevo Laredo, Tamaulipas y aguerrido defensor de los derechos humanos de aspirantes al sueño americano, fue galardonado con la Máxima Condecoración del Congreso del Estado, la medalla al mérito “Luis García de Arellano”. Este religioso, ordenado sacerdote por el Papa Pablo VI en la Basílica … Leer más

Monseñor Oscar Guadalupe Lozano Molina, fundador de la Casa del Migrante “Juan Diego” en Nuevo Laredo, Tamaulipas y aguerrido defensor de los derechos humanos de aspirantes al sueño americano, fue galardonado con la Máxima Condecoración del Congreso del Estado, la medalla al mérito “Luis García de Arellano”.

Este religioso, ordenado sacerdote por el Papa Pablo VI en la Basílica de San Pedro, el 29 de junio de 1975, se presentó ante diputados, autoridades estatales, y representantes de sectores sociales, para ofrecer este reconocimiento a esos deportados y repatriados por los Estados Unidos de Norteamérica.

El galardón y reconocimiento fue entregado de manos del gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, quien resaltó su loable labor en favor de los más necesitados, a lo que se sumó el Presidente de la Junta de Coordinación política del Poder Legislativo, diputado local, Carlos García González.

Monseñor Lozano Molina, agradeció el honor de recibir esta distinción, que comparte con hombres y mujeres, organizaciones e integrantes de otras iglesias que están sirviendo a los hermanos migrantes en todo Tamaulipas.

"Dedico esta medalla a los migrantes que en este momento están siendo repatriados, a las madres y niños migrantes que están siendo separados, a los que no hallan el camino en el desierto y ya no aguantan el hambre y la sed, a los que están siendo en este momento encarcelados o maltratados, a los que mientras estamos aquí enfrentan injustamente una infame discriminación”, abundó.

Subrayó que, en estos tiempos no se puede negar la crisis humanitaria que ha significado la migración de miles de personas que han atravesado desiertos y montañas, que salen expulsados por la violencia y pobreza, por lo que pidió tener abierto el corazón a los migrantes.

"En la realización de su noble tarea legislativa, pueden contar con la iglesia que no es enemiga del Estado, ni pretende ostentar poderes políticos, cada quien en su ámbito hace lo que le corresponde, caminemos juntos, escuchándonos, dialogando, para que podamos, donde sea posible, trabajar unidos por el bienestar y dignidad de todo ser humano que pase por estas tierras” recalcó.

Durante la sesión solemne, el gobernador del estado, entregó además un reconocimiento a Monseñor Lozano Molina, contando también con la presencia del Presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Magistrado Horacio Ortíz Renán, posteriormente se develó el nombre del homenajeado, en letras doradas en el Muro de Honor del Poder Legislativo.

El legislador Carlos García González, se refirió a Monseñor Lozano Molina, como un hombre cuya convicción por ayudar al prójimo lo convierte en un tamaulipeco ejemplar por su lucha incansable en apoyo y defensa de los migrantes.

Resaltó que, en 1967, ingresó al seminario de Matamoros, estudió filosofía y teología, fue ordenado diácono en la Parroquia del Espíritu Santo (ahora Catedral) en Nuevo Laredo, Lo ordenó sacerdote el Papa Pablo Sexto en la Basílica de San Pedro, el 29 de junio de 1975.

Además, de 1976 a 1978 fue Vicario en la Parroquia del Santo Niño en Nuevo Laredo, situada a dos cuadras del puente internacional, lo cual la hacía lugar de llegada de los deportados y otros migrantes que pedían auxilio.

Fue ahí su primer contacto con el drama que viven nuestros hermanos migrantes, y la difícil situación y nula ayuda que éstos recibían, lo hicieron abrazar esa gran misión que lo estaba esperando”, manifestó García González.

Imagen Zacatecas – Excélsior