Homicidios de familia gubernamental cuestionan la paz: Obispo

Sigifredo Noriega Barceló, Obispo de Zacatecas. | Foto: Cortesía.
Sigifredo Noriega Barceló, Obispo de Zacatecas. | Foto: Cortesía.

Sostuvo que el proyecto de Año de Paz 2024 del gobierno estatal implica, más allá de las diferencias al respecto.

ZACATECAS.- Luego de advertir que los tiempos electorales podrían evidenciar notorias diferencias entre ciudadanos y familiares, “pues no siempre se puede manejar la realidad a lo que uno quiere”, el Obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, señaló que “luego de los recientes asesinatos de familiares del gobernador David Monreal, ese tipo de hechos -que cimbran a todos- nos obligan a preguntarnos si es posible lograr la paz en Zacatecas”

Noriega Barceló alertó sobre el hecho de “que si lo que se realiza en Zacatecas al respecto es suficiente”.

“Ese tipo de acontecimientos, que tienen varias lecturas, pueden ser un mensaje a los gobernantes y a toda la ciudadanía ya que no podemos olvidar que la delincuencia quiere el poder, me refiero al poder legal pero además el poder sobre la ciudadanía”, citó.

Forma de trabajar de la delincuencia

El purpurado indicó que “la forma de trabajar de la delincuencia es meter el miedo por todas partes, de modo que ese tipo de homicidios resultan impactantes”, añadió.

Asimismo, dijo que “es clara la declaración de la delincuencia en el sentido de decir: yo mando aquí; estamos aquí y somos más fuertes que ustedes, por lo que estoy seguro que, como autoridades y ciudadanía, tenemos que poner lo nuestro”, añadió.

“Ignoro, en lo personal, a qué se deban ese tipo de llamadas de atención, aunque puede ser que esos hechos obedezcan a que de alguna manera han sido tocados por las detenciones que ha habido o puede ser un aviso de que van por más porque ellos buscan el poder económico, político y territorial, pues se trata de un Estado sobre otro Estado”, dijo.

“No sé hasta qué punto el crimen organizado maneje ya el poder, no lo sé, pero se puede ver en muchos puntos y ellos se han apropiado de muchas de las fiestas patronales, como hecho innegable que ahí está”, citó.

“Hay muchos municipios tomados y todos somos víctimas, para el caso de sacerdotes y el Obispo, lo que limita nuestro ministerio pero no hemos sido amenazados ni tampoco se nos ha pedido diezmo aunque sí participan en ferias patronales y el negocio de la pólvora y la cerveza”, indicó.

La esperanza de un estado con paz

Sin duda, dijo, todos estos hechos “no dejan de ser ni lamentables ni delicados porque nos deben despertar con lo que no es suficiente respecto de lo que hemos estado haciendo sino que debemos ir unidos en una sola estrategia que nos permita recuperar la confianza y el hecho de vivir en paz”.

Sostuvo que el proyecto de Año de Paz 2024 del gobierno estatal implica, más allá de las diferencias al respecto, la necesidad de que todos participemos.

“He dicho muchas veces que no estoy de acuerdo con el proyecto federal de Abrazos no balazos porque eso significado que el Estado abandona su capacidad de aplicar el derecho”.

Nosotros como Iglesia “no hemos dejado de escuchar a las víctimas como una de nuestras obligaciones morales mediante diversos grupos en multiplicidad de parroquias”, indicó.