La luz

Sábado, diciembre 26 de 1914. Vetusta ciudad de Zacatecas.  Al inundar la oscuridad invernal, las habitaciones eran iluminadas con velas o quinqués de petróleo. Muy pocas casas poseían luz generada con energía eléctrica. Los cables y los postes callejeros indican los límites del progreso y de la pujanza económica. Desde mediados de diciembre, la Compañía … Leer más

Sábado, diciembre 26 de 1914. Vetusta ciudad de Zacatecas. 

Al inundar la oscuridad invernal, las habitaciones eran iluminadas con velas o quinqués de petróleo.

Muy pocas casas poseían luz generada con energía eléctrica. Los cables y los postes callejeros indican los límites del progreso y de la pujanza económica.

Desde mediados de diciembre, la Compañía Eléctrica de Zacatecas anunció que, merced al alto costo del combustible y de los insumos de importación necesarios para la producción de electricidad, aumentaría el precio de luz con medidor y con fuerza motriz.

Los nuevos precios aumentarían desde el 1 de febrero de 1915.

El alza era del 25 por ciento. Las suscripciones particulares hacían contrato.

A los consumidores mediante medidor, cada hectovatio era de 5 centavos. 

Con fuerza motriz, por cada kilowatt el precio era de 15 centavos.

Para iluminar las calles, callejones, plazuelas y edificios públicos, el ayuntamiento suscribió un contrato en 1906. 

El mismo documento pervivía en diciembre de 1914.

El convenio lo renovaron el jefe político Herminio Villanueva (de Nieves, soltero, mayor de edad) y Antonio Cabral (de Guadalupe, casado, 43 años), gerente de la citada compañía.

Por cierto, Herminio y Antonio se conocieron formalmente en agosto del mismo 1914.

Los presentó el entonces secretario de gobierno: Antonio Acuña Navarro (de Zacatecas, casado, 36 años).

El presupuesto de 1915 contempló para el alumbrado de la vetusta ciudad de Zacatecas 31 mil 940 pesos.

Por el contrato de 1906, asignó 30 mil pesos, más mil 700 pesos por los servicios contratados entre junio y diciembre de 1914, así como 240 pesos para 10 lámparas incandescentes para lugares públicos no iluminados hasta entonces.

La iluminación pública sería el servicio más oneroso de la administración de la vetusta Zacatecas.
Ello significaba la mitad del presupuesto de la gendarmería.

La suma de ambos era más del 50% de los gastos proyectados para el año de 1915.

*Profesor universitario

Imagen Zacatecas – Marco Antonio Flores Zavala