La Quemada: Remembranzas de nuestros orígenes

En mi experiencia, había estado en dicho lugar con anterioridad, pero quizá en un plan menos enfocado.

Durante el fin de semana pasado, conté con la visita de aquel que considero uno de mis amigos más trascendentes, de esas amistades que perduran y se fortalecen en el tiempo, que también te ayudan a mejorar en muchos aspectos. Y bueno, este encuentro  fue el pretexto para hacer realidad algunas de las cosas que nos propusimos desde hace un tiempo. Una de ellas, fue visitar lugares típicos de Zacatecas.

Derivado, que tanto mi amigo y su esposa, son un ejemplo en actividades de senderismo, decidimos acudir en primera instancia a un lugar que mezclara el turismo, aprendizaje y ¿Por qué no? algo de deporte, y nos dirigimos al maravilloso sitio arqueológico llamado: La Quemada.

En mi experiencia, había estado en dicho lugar con anterioridad, pero quizá en un plan menos enfocado; en esta ocasión, decidí prestar mayor atención a los detalles, y motivado, ya que después del periodo de encierro por la pandemia, no había asistido.

Aún me sorprende un poco que haya habitantes oriundos de la capital que no lo conozcan, y no, no me mal entienda, no estoy criticando, pero de verdad que si usted es de aquellos que por alguna razón, no han podido visitar “La Quemada”, lo invito a que lo haga con urgencia y con mucha curiosidad (también con protección solar, la va a necesitar).

Y es que realmente, este lugar, no está tan alejado, se encuentra a aproximadamente 50 kilómetros, con dirección al municipio de Villanueva, si va en su vehículo, llegará fácil en 30 o 35 minutos a velocidad constante, el camino está en excelentes condiciones. Debo decir que este lugar está abierto de lunes a domingo de 9:00 a 18:00 horas, y cuenta con un costo de $75.00 pesos por persona para el acceso.

Bueno, me parece adecuado dejar la información anterior, a riesgo de parecer promocional. Pero de verdad es que me emocionó realizar esta visita. ya que pude apreciar con mayor cuidado muchas cosas, y es que este espacio cuenta con un cuidado muy notorio en cuanto a limpieza, señalética, sus custodios (muy amables por cierto) y la propuesta de visita.

Nuestro recorrido comenzó por la Plaza Mayor que se encuentra frente al Salón de las Columnas, subiendo poco a poco hacia la Plaza de los Sacrificios, la Zona de Terrazas donde vivía la clase alta de dicha población, la  Ciudadela, bajando a la Torre de vigilancia, por la muralla y retornando a donde se encuentra la pirámide votiva y la Escalinata Mayor, conocida como “La Escalera al Sol”, en esta última, como juego, nos propusimos subirla en el menor tiempo posible, logrando subir 75 escalones en medio minuto ¡un récord para mí!

De verdad, es muy enigmático estar en este lugar con cerca de 1500 años de construcción. Hasta hay dos campos de juego de pelota. Aunque la verdad, lo que fue novedad para mí, fue el Museo Arqueológico de sitio, que lleva el mismo nombre que la zona. De verdad que el trabajo de investigación y museografía, permite conocer un poco más a fondo el espacio, aunado a que es bellísimo. Incluso, usted puede realizar una figura de barro.

Estas notas, si bien, no son de un experto en arqueología, sino de alguien que llegó al lugar correcto por azares de la vida y en búsqueda de superación, y que se encontró con Zacatecas, sin duda uno de los tesoros más valiosos que tiene nuestro país. Por lo que, en realidad, dejo algunas lagunas intencionales para provocar en usted un poco, o un mucho de curiosidad para que acuda a estos lugares que nos hablan de nuestro origen.

Por último, le propongo un plan: Qué le parece si un sábado o domingo de estos, se pone de acuerdo con sus amigos, toma su vehículo, “agarra rumbo” a Villanueva, llega a desayunar unas tortitas de Malpaso, se sigue, llega a “La Quemada” visita esta maravillosa zona arqueológica, después se pasa a comer algo típico a Jerez, ¿total? no queda tan lejos, recorre las calles que caminaba el Vate Jerezano, va por un delicioso Carajillo a la Botica del Café y retorna con inspiración a Zacatecas ¿qué opina? ¿le tienta mi recomendación? ¡Vamos, anímese! lo va a disfrutar mucho. Luego me cuenta.

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