Mentalidad liliputense

Sentimientos encontrados me ocasiona saber que por fin se ha instalado el Consejo de Administración del Instituto Regional del Patrimonio Mundial de la UNESCO en Zacatecas, y lo digo por tres motivos fundamentales. El primero, recordar el terrible abandono del que fue objeto por parte de la administración pasada, que lejos de apoyarlo parecía que … Leer más

Sentimientos encontrados me ocasiona saber que por fin se ha instalado el Consejo de Administración del Instituto Regional del Patrimonio Mundial de la UNESCO en Zacatecas, y lo digo por tres motivos fundamentales. El primero, recordar el terrible abandono del que fue objeto por parte de la administración pasada, que lejos de apoyarlo parecía que la intención era desaparecerlo, en una muestra clara de ignorancia, visión corta y mentalidad liliputiense que tiró por la borda todos los logros del gobierno perredista en el que tuve el privilegio de colaborar.

Este tipo de actitudes en las que el gobierno entrante desecha toda la obra del gobierno saliente porque era de otro partido, por razones mezquinas y de celo político ha costado mucho a Zacatecas  y a nuestro país. Estas actitudes no se deben de repetir. Se debe de reconocer lo bueno y desechar lo malo, pero con objetividad y con altura de miras.

El segundo, no se  brindó el debido reconocimiento a los artífices de la instalación del Instituto en nuestro Estado. Refiriéndome en primera instancia al doctor Francisco López Morales, quien gracias a sus relaciones y buenos oficios con la secretaria General de UNESCO Irina Bokova y con el director del Centro de Patrimonio Mundial Francesco Bandarin comenzó a  cabildear y acariciar la posibilidad de que dicho centro tuviera su sede en México, específicamente en nuestra ciudad capital,  como los que existen  en China, Bahrein, Noruega o Sudáfrica, por mencionar algunos.

 
Fue gracias a su esfuerzo que se logró su aprobación en la 35a. Conferencia General de UNESCO en 2009, en conjunto con el decidido apoyo de la entonces gobernadora Amalia García Medina y de un servidor, que identificamos de inmediato el enorme potencial y relevancia de que un organismo de ésta categoría se instalara en nuestro Estado. Tristemente, y no lo digo por su servidor,  no hubo ni una ínfima mención de dichas personalidades en tan remarcable ceremonia.

El tercero, me llena de satisfacción y orgullo que las riendas del Instituto se pongan en las manos de un hombre que conoce del tema, que sin duda lo llevará al lugar que le corresponde en el plano cultural internacional, y le dará un renombre especial a Zacatecas y a México. Enhorabuena al doctor José Francisco Román Gutiérrez por su nombramiento, a quien le  auguramos mucho éxito al frente del Centro; y, reconocer, si es que de evitar  mezquindades se trata, al gobernador Alejandro Tello, su visión y apoyo al Instituto.

Pero, más allá de reconocimientos, me congratula el hecho que por fin se trabajará en serio, con la esperanza de que finalmente se le otorgue el presupuesto requerido a un organismo internacional que más bien parecía un adorno caro, y que tiene una misión tan crítica como la preservación del patrimonio de nuestra civilización para las generaciones futuras.

Se avisora un mejor futuro para el Centro Regional del Patrimonio Mundial, y con ello se mueven los reflectores del mundo hacia Zacatecas. Una oportunidad inmejorable para aumentar el turismo y mejorar la calidad de vida de muchas personas en el Estado. Ahora, toca esperar.

Imagen Zacatecas – Rafael Flores Mendoza