Mexicanas crean una chamarra antiacoso

CIUDAD DE MÉXICO.- El acoso sexual consiste en tocamientos indeseados y comentarios por parte de desconocidos. Por lo general, las víctimas suelen ser mujeres jóvenes.  Si eres mujer y utilizas con frecuencia el transporte público, seguramente te ha tocado vivirlo en carne propia en más de una ocasión. Estas abrumadoras acciones han provocado que las féminas sientan temor de caminar solas y es totalmente entendible. … Leer más

CIUDAD DE MÉXICO.- El acoso sexual consiste en tocamientos indeseados y comentarios por parte de desconocidos. Por lo general, las víctimas suelen ser mujeres jóvenes. 

Si eres mujer y utilizas con frecuencia el transporte público, seguramente te ha tocado vivirlo en carne propia en más de una ocasión.

Estas abrumadoras acciones han provocado que las féminas sientan temor de caminar solas y es totalmente entendible.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), tan sólo en Ciudad de México, el 96% ha experimentado algún tipo de violencia sexualen espacios públicos, y el 58% ha sido 'manoseada'.

Tomando esta problemática social en cuenta, estudiantes de mecatrónica, robótica y derecho delInstituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Puebla, desarrollaron un prototipo de autodefensa para mujeres, que consiste en una chamarra que se activa manualmente y emite descargas eléctricas al ser tocada por el posible agresor.

De acuerdo con la Agencia Informativa Conacyt, esto le daría unos segundos de descontrol y le permitiría a la víctima solicitar auxilio o correr. 

Esta maravillosa idea corrió a cargo de los estudiantes Anahí Parra, de Ingeniería en Mecatrónica, Giwan Park, de Ingeniería en Sistemas Digitales y Robótica, Estela Gómez, de Mecatrónica y Guadalupe Martínez, de Derecho.

La chamarra tiene un botón interno del lado inferior derecho, el cual se activa manualmente para emitir una descarga de 90 volts. No obstante, el efecto aturdidor dependerá de la sensibilidad del posible agresor, por lo que sí demuestra cierta tolerancia, la usuaria de la prenda tendrá unos cinco segundos para pedir ayuda o correr, pero si el sujeto no es muy tolerante, el efecto puede durarle casi un minuto.

Guadalupe Martínez, alumna de octavo semestre de Derecho, verificó la viabilidad de la chamarra en términos legales y aseguró que esta no se encuentra en el margen de armas letales debido a que el voltaje utilizado es regulado y no llega a niveles máximos para poder considerarse como arma.

El costo para crear la chamarra fue de 472 pesos, pero se vendería en cerca de mil pesos.

Imagen Zacatecas – Excélsior