Pal’ calorón de Jalpa, una rica agua fresca del Kikín

Los sabores varían según la temporada en que se dan las frutas. Fotos: Rocío Ramírez.
Los sabores varían según la temporada en que se dan las frutas. Fotos: Rocío Ramírez.

Ricardo Chávez Ramírez, mejor conocido como el Kikín, vende aguas frescas a los jalpenses.

JALPA. – Cuando las altas temperaturas azotan Jalpa, la necesidad de refrescarse es urgente, por lo que Ricardo Chávez Ramírez, mejor conocido como el Kikín, vio una oportunidad para satisfacer a los sedientos con sus aguas frescas hechas de fruta natural.

Desde muy temprano comienzan las actividades en el hogar del Kikín, ya que su madre tiene una lonchería, la cual combinó perfectamente con la venta de estas riquísimas aguas.

El Kikín cuenta que aprendió a prepararlas en su primer empleo, donde además ofrecían raspados.

Las aguas de sandía con chamoy son su producto estrella.

Hace aproximadamente un año, uno de sus tíos lo apoyó para que pudiera poner su changarro regalándole un carrito para acomodar su mercancía.

Así, con el apoyo de su madre Verónica, el Kikín dedica seis de los siete días de la semana a la venta de aguas frescas, que como él destaca, están elaboradas con fruta fresca.

Los sabores son variados y no siempre son los mismos, pues se adapta a los frutos de la temporada.

Hoy en día ofrece aguas de sandía, mango, limón con chía, jamaica, pepino con limón, nuez y tamarindo, pero otras veces hay de alfalfa con limón, coco, guayaba, entre otros.

Cada día, antes de comenzar a prepararlas, la cantidad de agua es medida y las frutas son pesadas con el fin de que las mezclas siempre tengan el mismo sabor, por lo que su elaboración es todo un ritual.

El chamaco apenas tiene 16 años

Cerca del mediodía, el Kikín deja la lonchería para empezar a vender en las calles. Ya que el local está cerca de la plaza principal, se va repartiendo a todos sus clientes hasta llegar a ella.

A cada vaso se le agrega la cantidad de hielo que el cliente quiere, así se asegura que los compradores vean su dedicación y se sientan cómodos.

Uno de sus productos estrella es la popular agua de sandía preparada, que consiste en una ración de hielo, jugo de limón, salsa, polvo de chamoy y el agua de sandía con algunos trozos de fruta.

El Kikín aseguró que tener su propio negocio, aunque sea pequeño, es gratificante. Incluso cuando estaba en la escuela, al salir de clases, vendía sus aguas frescas y ahora, por la contingencia, se dedica a vender y estudiar cuando los tiempos así lo señalan.

Con su changarro ayuda a su familia a salir adelante

Se apoya de las redes sociales

Ante la contingencia por el Covid-19, las redes sociales se han vuelto una herramienta muy útil para continuar con la venta de sus aguas.

A través de ellas ha conseguido más clientes, pues basta con que haga una publicación para que le comiencen a llover los pedidos de entregas a domicilio.

Para el Kikín el trabajo es sagrado, y una de las primeras personas en darle el ejemplo de cómo salir adelante es Vero, ya que posee uno de las mejores sazones de Jalpa.

Kikín apenas tiene 16 años y sus planes a corto plazo son continuar trabajando con empeño en la venta de sus aguas frescas, pero también concluir su bachillerato.

El joven invitó a que se den una vuelta por su negocio en caso de que visiten Jalpa y lleguen a sufrir por el calorón; el sabor es delicioso y la calidad excelente.

Ricardo también hace entregas a domicilio.



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