?Parásito amenaza a ranas y renacuajos en el mundo

WASHINGTON.- Los expertos han identificado un nuevo problema para los anfibios, cuyo número ya está disminuyendo: un parásito afecta a los renacuajos en todo el mundo. La familia de parásitos, relacionada con otro que ataca a las ostras, ha sido hallada en el hígado de ranas y renacuajos en tres continentes, tanto en climas templados … Leer más

WASHINGTON.- Los expertos han identificado un nuevo problema para los anfibios, cuyo número ya está disminuyendo: un parásito afecta a los renacuajos en todo el mundo.

La familia de parásitos, relacionada con otro que ataca a las ostras, ha sido hallada en el hígado de ranas y renacuajos en tres continentes, tanto en climas templados como tropicales.

Los investigadores la vinculan con la muerte masiva de renacuajos en un lago de Georgia.

“Ha habido varios brotes con este parásito, lo que presumimos es el mismo parásito, en gran parte del este de Estados Unidos”, dijo Michael Yabsley, profesor de ecología y vida silvestre de la Universidad de Georgia y coautor del estudio publicado el lunes en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias.
 
“Es, sin duda, una de las cosas que nos preocupan sobre la salud de los anfibios a largo plazo”.

El autor principal del estudio, Thomas Richards, dijo que el número de anfibios está declinando debido a la pérdida del hábitat, el cambio climático, los hongos y otras enfermedades. Agregó que este nuevo parásito es una amenaza más.

“Me preocupan los anfibios en general”, dijo Richard, quien es de la Universidad de Exeter en Inglaterra.

La familia de los anfibios incluye las ranas, los sapos, los tritones y las salamandras.

Richards señaló que aún no está clara la dimensión del problema del parásito, si es que genera alguno.

Eso se debe a que el 99% de los renacuajos no llega a convertirse en rana debido a que son presa de los depredadores, comentaron los autores.

“Aún no estoy alarmado en lo absoluto, pero estoy interesado y me mantendré al pendiente”, dijo el biólogo de la Universidad de California, David Wake, quien no participó en el estudio. 
Agregó que para los anfibios “parece ser una lenta agonía”.

Imagen Zacatecas – AP