¿Qué se puede llevar de los hoteles? 

Al final de las fiestas siempre debemos hacer un recuento de los daños, ya sea por la afectación física, económica, moral o la que se le ocurra, el caso es que sí debemos hacer un análisis de lo que se hizo o se recibió.  En esta temporada ferial tuvimos la suerte de vernos favorecidos con … Leer más

Al final de las fiestas siempre debemos hacer un recuento de los daños, ya sea por la afectación física, económica, moral o la que se le ocurra, el caso es que sí debemos hacer un análisis de lo que se hizo o se recibió. 

En esta temporada ferial tuvimos la suerte de vernos favorecidos con una ocupación considerable gracias a los diversos eventos de nuestra Feria Nacional de la Plata. 

Comenzamos con un fin de semana muy bueno encabezado por el triatlón y el festival de bandas, prosiguieron a esto la exhibición canina y continuaron hasta casi el último fin de semana la llegada de los grupos y bandas que amenizaron en el Teatro del Pueblo. 

Se cerró excelente con las carreras de motocicletas y con una corrida de toros por demás entretenida, pero, al hospedar a personas de tan diferentes educaciones, creo conveniente hacer mención en esta ocasión de lo que se puede o no llevar uno de los hoteles en donde pernoctamos.

Dentro de nuestra teoría moral hotelera, consideramos que son para el cliente las amenidades que se ponen diariamente como el champú, enjuage y crema, etcétera.

También los bolígrafos y blocs de notas que se usan en algunos hoteles; ahora que si llega a un hotel de más categoría, puede disponer en su momento de los chocolates o detalles que le pondrán a usted a la hora de abrir su cama. Si se le olvidó algún menester de tocador y lo solicita, claro está que se lo podrá llevar también. Pero, como le dije anteriormente, esto solo es teóricamente ya que el huésped trata de llevarse todo sin sonrojarse y para nuestra mala suerte, el límite de esta pena es muy amplio. 

Comentan los psicólogos que todos llevamos un cleptómano dentro y el mejor lugar para sacarlo a relucir son los hoteles, convirtiéndose estas propiedades en el mejor campo de juegos. Dicen que se roba en estos lugares porque por el hecho de pagar se sienten con derechos. Si pago por algo, algo me corresponde, y ese sin temor a equivocarme se convierte en el perverso razonamiento de todas las personas que pagan por un servicio de hospedaje. Aparte podemos sumarle a esto un segundo punto, el cual es que en estos lugares no contamos con detectores de seguridad a la salida.

Según una de las cadenas hoteleras españolas más importantes, las lámparas de lectura, focos, toallas y almohadas con todo y funda son parte de los objetos que provocan pérdidas millonarias anuales. Viéndolo más local, y haciendo el estudio con lo hoteleros de aquí, me comentan que han sido presa de robos en las habitaciones de cuadros, grifos de agua y hasta televisores, mismos que en lugares como estos no sabe cómo duelen.

También no falta el cliente que sale con las toallas del hotel a limpiar su auto o sus zapatos, donde sin lugar a dudas y después de este uso, es casi imposible asignarlas a una habitación nuevamente.

En esta finalizada feria, la moda en nuestros clientes, principalmente artistas, era llevarse las toallas para secarse el sudor en el escenario mientras actuaban, por fortuna estas regresaban a casa y derechito a lavandería. 

Qué bueno que cantantes de la talla de Pepe Aguilar usan una toalla negra facial para estas funciones, ya que si se secan seis veces en escena, estas mismas ocasiones lanzan la toalla al público.

Afortunadamente por el color de este blanco imprescindible ellos son sus mismos proveedores. 

Como amante de la fiesta brava es un deleite ver a los matadores en el ruedo, pero como hotelero el sentimiento es muy diferente al ver la limpieza de estoques y ayudados con las toallas del hotel en el que se vistieron de luces previamente. Me queda más que claro que son gajes del oficio, pero créame que uno no puede dejar pasar por desapercibidos esos pequeños detalles.

Si al momento sigue usted con esa duda de lo que se puede llevar o no de un hotel, le haré una guía rápida para que sus conflictos de conciencia no lo ataquen al momento del pecado. 

Si se puede llevar las amenidades, mismas que dependerán de la categoría del hotel al que llegue. Si está en un cinco estrellas o categoría especial, usted gozará de cremas finas corporales, burbujas para su baño de tina, cremas de afeitar y pantuflas. Generalmente estos detalles son para deleite de los huéspedes y la cantidad de lo que se quiera llevar dependerá del tamaño de su maleta y conciencia.

Si se puede llevar el block de notas y la pluma, para nosotros es publicidad personalizada y gratuita. También dependerá según la categoría del hotel la calidad de estos productos. También si le ponen un chocolate en la noche en su almohada lo podrá tomar. 

Las botellas de agua en muchos lugares las cobran por lo que le pediría que antes de tomarla se fije para que no reciba un cargo que posteriormente negará, y se lo digo porque así son todos los clientes. Mucho ojo. 

Las bolsas de ropa sucia, revistas y demás accesorios de la habitación de preferencia déjelos, piense que siempre le podrán ser de utilidad al cliente que le siga. 

Todo lo demás que no mencionamos no se lo puede llevar, es propiedad del hotel y si lo toma, causará una gran pérdida al establecimiento elegido. 

Para terminar, recuerde que los hoteleros para esos detalles sí tenemos memoria y boletinamos a los clientes que tienen esas costumbres. 

Evite la pena de que se le niegue el servicio y sea bienvenido a todos lados como se merece. Hasta la próxima. 

Imagen Zacatecas – Raúl Muñoz del Cojo