Rebocería Jerez, la casa de la mujer charra

JEREZ.-  Desde hace años la Rebocería Jerez se ha caracterizado por su gran diseño en la elaboración de vestidos para las damas  que gustan de la charrería.  Francis Galván, dueña y diseñadora de las prendas compartió con Imagen un poco de su trabajo.  Explicó que el vestido típico que se usó en la Revolución fue … Leer más

JEREZ.-  Desde hace años la Rebocería Jerez se ha caracterizado por su gran diseño en la elaboración de vestidos para las damas  que gustan de la charrería. 

Francis Galván, dueña y diseñadora de las prendas compartió con Imagen un poco de su trabajo. 

Explicó que el vestido típico que se usó en la Revolución fue el de las Adelitas, después en honor a este surgió el de la escaramuza teniendo como objetivo en su inicio acompañar a los charros en un recorrido  a caballo y en las diferentes suertes.

Los vestidos de escaramuza que en este lugar se confeccionan señala que son más adecuados para usar en fiesta o para algún  evento en específico.

A los paisanos les gusta lucir esas prendas en fiestas con temática mexicana, ya sean bodas o 15 años. 

El vestido de escaramuza, dijo, se hace específicamente con telas como lino, tergal, o popelina. La falda debe ir hasta el tobillo y tener tres olanes como máximo. 

Mientras que la blusa, en el área de los hombros debe ser esponjada y puede ser de manga larga o corta y el cuello debe cubrir completamente la zona. Por lo regular se cierran con botones  y nunca con cierre.

Tanto la falda como la blusa se hacen por separado, pero se cosen en una sola pieza. 

Para acompañar el vestido es  imprescindible un rebozo, con el  barbiquejo del lado izquierdo. 

El sombrero no puede faltar, porque además de hacer lucir el traje, cumple la función de protección en sus suertes. 

 Además de una medalla de la virgen, ya sea sobre o en la misma prenda. sí como una medallita de la virgen ya sea sobre o dentro de la prenda. 

La diseñadora refirió que quienes portan este tipo de indumentaria es porque llevan a México en el corazón. 

Imagen Zacatecas – José Manuel Pereyra Berumen