Ruta 2015

Iniciamos el año civil 2015 con la esperanza de hacer bien el recorrido y llegar sanos y salvos a su final. Todo inicio es un canto a la esperanza que nos invita a soñar, desear, salir al encuentro, poner en las alforjas lo mejor que hay en el archivo personal, familiar, social.  Nuestra Iglesia diocesana … Leer más

Iniciamos el año civil 2015 con la esperanza de hacer bien el recorrido y llegar sanos y salvos a su final. Todo inicio es un canto a la esperanza que nos invita a soñar, desear, salir al encuentro, poner en las alforjas lo mejor que hay en el archivo personal, familiar, social. 

Nuestra Iglesia diocesana inicia una etapa en su peregrinar. La celebración del jubileo nos deja una memoria bien surtida de personas, acontecimientos y misiones cumplidas con intensidades variadas y frutos, unos ocultos y otros a la vista. Iniciar una nueva etapa en la misión de la Iglesia diocesana es un himno a la esperanza que brota de la fe y de la caridad pastoral. Todo en el tiempo. Por eso hablamos de etapas, procesos, proyectos, agendas. 

Iniciamos el año 2015 en circunstancias nuevas, con aires tormentosos, pero también con posibilidades y nuevas oportunidades. ¿Qué nos traerá el año nuevo? El año nos da y nos dará solamente el marco espléndido del tiempo para vivir y convivir. 

De nosotros depende y dependerá el sabor y los aromas que pongamos en cada día. Está en nuestras manos (en cierto sentido, también en manos de nuestros prójimos) si el vivir será con dignidad, con paternidad responsable. Todos los días tendrán 24 horas, 24 oportunidades diarias para ser y estar alegres, agradecidos, solícitos, solidarios. El fruto, esperamos, sea la felicidad. 

Nuestra Iglesia diocesana inicia el año 2015 con una tarea que busca poner rieles al cumplimento de la esperanza: la 11 Asamblea Diocesana de Pastoral. ¿Qué nos dará la Asamblea del 19-20 de enero? Lo que nosotros le debemos y le dejemos dar. Y digo, nosotros. 

El Espíritu Santo es un don permanente a su Iglesia, no hay duda. Insistimos en el nosotros porque edificar una Iglesia, que responda a los retos de la nueva evangelización es cuestión de todos, todos, todos. La Asamblea es un marco más que espléndido para que el pueblo de Dios exprese sus anhelos y dé su voto para decidir qué proyectos hacen presente el reino de Dios en nuestros contextos y escenarios. 

Año 2015 después del nacimiento de Jesucristo. Las nuevas generaciones y las nuevas culturas nos dan importancia a este dato. 

Las preocupaciones y las ceremonias de principio de año van por otro lado; por tanto, no nos extrañe que las fiestas durante el año se conviertan en ferias con fines económicos, distractivos, muy poco humanizadores. 

Nuestra Iglesia diocesana inicia una nueva etapa al terminar el tiempo litúrgico de Navidad-Epifanía. 
En los tiempos fuertes y en el tiempo ordinario celebrará el misterio pascual de Jesucristo. 

En este ambiente salvífico tendremos la oportunidad de revisar, renovar e interactuar el estudio de los desafíos y las líneas de acción pertinentes para que el evangelio de Jesucristo y su reino sean anunciados, celebrados y testimoniados. 

El tema eje de este año es la nueva evangelización y la iniciación cristiana. 

Hemos iniciado el año 2015. ¿Será año del señor? Oremos para que todos los agentes pastorales nos pongamos en el camino de la conversión personal y pastoral.  
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Obispo de la Diócesis de Zacatecas

Imagen Zacatecas – Sigifredo Noriega Barceló