

Foto: Cortesía.
A más de tres siglos de tradición, la fiesta de San Judas Tadeo en Villanueva sigue siendo un testimonio vivo de fe, sacrificio y gratitud, donde cada promesa cumplida reafirma el lazo espiritual entre los devotos y su santo protector.
VILLANUEVA, ZAC.— Entre cánticos, oraciones y lágrimas de gratitud, miles de peregrinos arribaron este martes 28 de octubre al santuario de San Judas Tadeo en Villanueva, donde año con año se celebra una de las festividades religiosas más antiguas y multitudinarias del estado. La devoción hacia el “patrono de las causas difíciles” ha convertido a este Pueblo Mágico en epicentro de fe y esperanza para creyentes de todo México.
Desde antes del amanecer, la carretera federal 54 fue testigo del incesante paso de fieles, algunos descalzos o cargando pesadas imágenes del santo, como símbolo de promesa o agradecimiento. Tal es el caso de Hortensia Madero, originaria de Fresnillo, quien peregrina cada año para agradecer una segunda oportunidad de vida tras haber estado en coma diabético. “Llego con heridas en los pies, pero con el corazón lleno”, expresó con emoción.
La historia de esta devoción se remonta al siglo XVII, cuando los habitantes de la región fundaron una cofradía en honor al santo y comenzaron a levantar el templo, concluido en 1760. Desde entonces, Villanueva se consolidó como el primer lugar del continente americano donde se rinde culto a San Judas Tadeo.
Aunque este año se reportó menor afluencia de visitantes —atribuyéndolo a la inseguridad y a que la fecha cayó entre semana—, el fervor no disminuyó. En el jardín principal, mariachis y bandas entonaron las mañanitas, mientras los creyentes ofrecían flores, veladoras y plegarias por salud, trabajo o reconciliación familiar.
La festividad transcurrió sin incidentes graves, bajo la vigilancia de corporaciones de seguridad y la atención de paramédicos de la Cruz Roja. Sin embargo, los pobladores lamentaron la acumulación de basura a lo largo de la carretera, pese a los esfuerzos por mantener limpia la ruta de peregrinación.
A más de tres siglos de tradición, la fiesta de San Judas Tadeo en Villanueva sigue siendo un testimonio vivo de fe, sacrificio y gratitud, donde cada promesa cumplida reafirma el lazo espiritual entre los devotos y su santo protector.