

José Luis Medina Lizalde.
Cuando México defiende la soberanía de otras naciones está defendiendo la propia.
La anunciada estrategia de Seguridad Nacional conocida como Corolario Trump de la Doctrina Monroe es la más funesta novedad para los países de América Latina y Canadá en siglos, los vecinos del norte se reorganizan en retirada como potencia hegemónica mundial única para sugerir que el nuevo orden mundial impone un reparto de “zonas de influencia” según el cual en los países del continente americano “nomás sus chicharrones truenan”, todo comercio con China y Rusia de tomará como gesto inamistoso, la misma Europa habrá de conformarse con lo que le dejen las corporaciones estadunidenses.
Es hora de resistir, México lo sabe.
Cuando México defiende la soberanía de otras naciones está defendiendo la propia pues somos el único país en el mundo que comparte más de tres mil kilómetros de frontera con el país con mas poder militar del mundo y con una tradición intervencionista sin más límites que los derivados de la resistencia de los pueblos, tal condicionante geopolítica subyace en al apoyo de Porfirio Diaz a los independentistas cubanos y su solidaridad con el derrocado presidente de Nicaragua Santos Zelaya, el respaldo a los republicanos españoles con Lázaro Cárdenas, a Cuba desde López Mateos a la fecha, a Salvador Allende cuando Luis Echeverría, a los sandinistas cuando López Portillo y a Venezuela en los tiempos que corren.
Cuando México fue invadido por Estados Unidos en 1847 nos arrebataron más de la mitad de nuestro territorio entre otros factores porque la solidaridad internacional no tenía las condiciones de ahora, donde los pueblos disponen de información suficiente y a tiempo para reaccionar con el mismo espíritu de solidaridad con la que los irlandeses del Batallón de San Patricio ofrendaron su vida por la patria mexicana o se movilizan en todos los continentes contra el genocidio que ejecuta Israel en Gaza.
Las derechas de cada país latinoamericano se someten abiertamente a Trump. La derecha mexicana solo es rebasada por la Argentina de Milei en el servilismo que refleja el pago de cien mil dólares de Salinas Pliego por ir a una cena masiva con el pavorreal que gobierna a Estados Unidos como ritual de validación.
Mentiras flagrantes
Ya falló el intento de justificar las presiones contra México, Colombia y Venezuela como combate al narcotráfico, las campañas de las derechas acusando de narco gobiernos a los de esos tres países fueron ridiculizadas por el indulto al narco expresidente hondureño.
Ahora es la democracia y los derechos humanos la coartada, Anabel Hernández es remplazada por Enrique Krauze en la tarea de legitimar la aventura imperial.
El campo de batalla principal es el de la información a la que accede el ciudadano latinoamericano promedio, en dónde los grande medios de comunicación cuentan la historia al revés: Mientras que Estados Unidos prohíbe la lectura de 4 mil libros a sus ciudadanos, Venezuela, Colombia Y México no tienen un solo libro prohibido.
En 2025 las imágenes de manifestantes golpeados, las universidades expulsando maestros y alumnos por su modo de pensar, la detención de ciudadanos solo por su apariencia son cosa de todos los días en Estados Unidos, no en las “narco dictaduras” de las que hablan las derechas de México, Colombia y Venezuela.
Esa coartada tampoco pega.
México es el que la tiene más complicada, además de la vecindad, desde 1994, con el TLC apostamos por la integración subordinada a la economía más poderosa de la tierra, nuestro destino es vivir uno al lado del otro.
México habrá de tejer permanentemente relaciones de mutuo beneficio a partir de coordinarse sin subordinarse, para lo cual es necesario el cierre de filas para abrazar el proteccionismo sin el cual no sobreviven nuestros productores agropecuarios ni nuestros industriales, enfrentados a competencias infinitamente mayores.
El sector privado mexicano ya aprendió la lección, casi lo borra del mapa la “libre competencia” que lo desplazó del mercado nacional.
La derecha mexicana tiene la mala suerte de que en 2030 Trump será “emisario del pasado” y ya no podrá socorrerlos como a las derechas de Argentina, Chile, Honduras y Bolivia en el año que corre, y a las de Colombia y Brasil el año entrante.
Las condiciones son propicias para la política exterior basada en la constitución y en respaldo activo a los países que recorren la ruta de la soberanía nacional respectiva como medio para afianzar la nuestra.
Nomás no han podido
Cuba ha sobrevivido a la exclusión del sistema de pagos internacional al crédito, a la posibilidad de comprar lo que necesita cuando lo necesita durante más de 60 años sin levantarse contra su gobierno ni tener a miles durmiendo en las calles como si sucede en Estados Unidos, el país que quiere dar al mundo democracia y derechos humanos.
Nos encontramos el lunes en Recreo