
Carretera Río Grande-Fresnillo, en condiciones deplorables. | Foto: Cortesía.
La carretera Fresnillo–Río Grande. Llena de baches, abandonada, peligrosa.
En Zacatecas, el deporte no solo se juega… también se interpreta. Esta semana, los Mineros de basquetbol reciben a los campeonísimos Diablos Rojos del México, en una serie que huele más a prueba de carácter que a espectáculo. A ver si no se derriten ante tanto fuego. Por su parte, los Gambusinos, también de la LNBP,
se lanzan de gira a León, para enfrentar a las Abejas. Juegan fuera, sí, pero lo hacen con respaldo municipal y buen ritmo competitivo. Cuando se tiene estructura, hasta los viajes se sienten más cortos.
Y en otra cancha, aunque menos deportiva y más legal, el secretario de la Función Pública, Ernesto González Romo, dio una de esas noticias que marcan época: suspendieron a todo el personal de la Junta de Conciliación y Arbitraje por presuntos actos de corrupción. ¿La jugada? Inflar demandas laborales con ayuda de abogados y luego exigirle al trabajador una “tajada” del laudo ganado. Un pick and roll, pero en versión litigio.
“Nunca en Zacatecas se había suspendido a toda una dependencia”, dijo el secretario. Y tiene razón: aquí estamos acostumbrados al fuera de lugar… pero esto ya es toda una expulsión colectiva. Veremos si los “peces gordos” se quedan sin alberca o solo les cambian el filtro.
Mientras tanto, en el futbol, los Mineros de Zacatecas, sí, esos que no tienen el mismo reflector oficial que sus homónimos del baloncesto, viajan a La Paz para enfrentar al Club Atlético en la Liga Expansión MX. Un equipo sin padrino institucional, pero con goles y pundonor. Juegan sin presupuesto… pero con más dignidad que muchos con nómina pública.
Y ya que hablamos de viajes, hay uno que es más bien una odisea: la carretera Fresnillo–Río Grande. Llena de baches, abandonada, peligrosa. Una ruta donde la única línea continua es la del deterioro. Miles de personas la transitan cada semana, aunque, a juzgar por su estado, ningún funcionario la ha recorrido en años. Es el tipo de “infraestructura” que ni en repechaje califica.
Entonces, ¿qué hay de nuevo?
Mineros tiene el reflector, Gambusinos el esfuerzo; la Junta, el escándalo; y la carretera, los baches. En Zacatecas, la alineación está clara: unos juegan con balón oficial, otros con pelotas pinchadas… y la mayoría, desde la banca, preguntándose si algún día también les tocará cancha pareja.
Nos leemos el próximo lunes. Mientras tanto, que ruede el balón… aunque sea sobre baches.