
Clásico de leyendas Chivas vs América se vivirá este fin de semana en Zacatecas.
En el estadio veremos a figuras que marcaron época, entregaron todo en la cancha y aún despiertan respeto.
En Zacatecas, la política se prepara para jugar su propio clásico: el de los informes de gobierno. Miguel Varela, Pepe Saldívar y Javier Torres ya calientan en la banda, listos para presentar lo que han hecho (o lo que dicen que han hecho) en este primer tiempo de sus administraciones. El problema es que muchos ciudadanos no están seguros de que el marcador vaya a su favor.
Pero mientras el discurso se afina, el deporte no espera. Esta semana, Mineros barrió a Abejas, demostrando que al menos en la duela sí hay estrategia, ejecución y algo que festejar. México empató 2-2 contra Corea, en otro partido que deja más preguntas que respuestas. Y como cereza del pastel, este sábado regresa el clásico de clásicos: leyendas de América y Chivas se enfrentarán en el Carlos Vega Villalba. Sí, Zacatecas se vuelve el escenario de la nostalgia futbolera, justo cuando nuestros políticos también buscan conectar con la afición… aunque sea por medio del micrófono y no del balón.
Curioso: en el estadio veremos a figuras que marcaron época, entregaron todo en la cancha y aún despiertan respeto. En los informes, probablemente veremos algo parecido… pero con discursos. Mucho discurso.
Porque ya nos sabemos el libreto: “estamos transformando”, “los resultados ya se ven”, “cercanía con la gente”, “rescate de espacios públicos”… Todo eso mientras las canchas siguen con porterías sin red, sin alumbrado y con jóvenes esperando apoyo real, no solo menciones en PowerPoint.
Lo deportivo nos recuerda que el mérito se gana en la cancha, no en la narrativa. Que los clásicos no se ensayan, se juegan. Y que la gente no aplaude promesas, sino goles.
Al final, esto se parece más a una liga de políticos que a una de alto rendimiento: muchos calientan, pocos juegan, y casi nadie mete gol. Hay titulares que no sudan la camiseta, suplentes que sólo entran para la foto y árbitros que nunca ven las faltas… ni las propias ni las de otros, ¿por qué no les conviene? Mientras la afición espera resultados, los informes prometen otra temporada de “ahora sí”. Ojalá que esta vez, al menos, no nos salgan con que fue fuera de lugar.
¿Y qué hay de nuevo? Que vienen informes… pero ojalá no sean solo jugadas de pizarrón.