

¿Para qué sirve el té de ajo Estos son sus beneficios | Foto: Cortesía
Esta infusión natural es conocida por fortalecer el sistema inmune y apoyar la salud cardiovascular.
El ajo es una de las plantas más utilizadas en la medicina tradicional por sus múltiples propiedades, motivo por el cual el té de ajo se ha convertido en una bebida popular para quienes buscan fortalecer su salud de manera natural. Pero, ¿sabes realmente para qué sirve y cuáles son los beneficios de consumirlo de forma periódica?
El té de ajo es conocido por su aporte de compuestos antioxidantes y antiinflamatorios, principalmente la alicina, que se libera al triturar o picar el ajo. Entre sus principales beneficios se encuentran:
Fortalece el sistema inmunológico, ayudando a prevenir resfriados y enfermedades comunes.
Aumenta las defensas naturales del organismo.
Contribuye a reducir el colesterol LDL (colesterol “malo”), favoreciendo la salud cardiovascular.
Apoya la función del hígado, facilitando procesos de desintoxicación.
Mejora la digestión y puede ayudar a disminuir la inflamación estomacal.
Tiene propiedades antibacterianas y antivirales que favorecen el bienestar general.
La preparación es sencilla y similar a la de otras infusiones naturales. Se recomienda utilizar ingredientes frescos para potenciar sus propiedades.
1 diente de ajo
1 vaso de agua (200 ml)
Miel (21 g, al gusto)
Jengibre rallado (aproximadamente 3 g)
1 cucharada de jugo de limón (15 ml)
Pon a hervir una taza de agua en una olla o tetera.
Pica o machaca el diente de ajo para activar sus compuestos naturales.
Agrega el ajo, el jengibre y el jugo de limón al agua caliente.
Deja hervir durante 5 minutos.
Retira del fuego, cuela si lo deseas y endulza con miel antes de servir.
El té de ajo puede ingerirse una vez al día, preferentemente por la mañana o en ayunas. Su sabor es intenso, por lo que el limón y la miel ayudan a hacerlo más agradable.
Nota: Aunque el té de ajo es considerado seguro para la mayoría de las personas, su consumo excesivo puede causar molestias gastrointestinales. Se recomienda consultar con un médico o especialista de la salud, especialmente en caso de embarazo, lactancia, problemas gástricos o si se toman medicamentos de forma regular.