

José Luis Medina Lizalde.
México no produce todo lo que se come, tenemos la necesidad de importar maíz, frijol, arroz, hortalizas y frutas, en esa adversidad está la oportunidad para que Zacatecas agarre su camino al desarrollo.
El drama no es nuevo ni en México ni en el mundo, a los productores de cebolla de Zacatecas les ofrecen pagarles a treinta centavos el kilo y a los consumidores finales del estado les cobran treinta pesos por la misma cantidad en los comercios establecidos.
La cebolla que consumimos en Zacatecas procede de otras regiones y la que aquí se produce se consume en otras latitudes, lo mismo sucede con otras hortalizas, verduras y legumbres.
La coordinación de niveles de gobierno funciona para enfrentar retos complejos desde que inicia el ciclo histórico de la Cuarta Transformación. La filiación partidista diversa de los que gobiernan municipios y estados respecto a la de quien encabeza el poder ejecutivo federal no ha impedido la realización de estratégicas obras públicas como el Tren Maya o el tren que conecta al océano Pacífico con el Golfo de México y la coordinación lograda en el combate al crimen organizado multiplica la capacidad de respuesta al desafío del Estado mexicano.
La misma coordinación es indispensable para la recuperación integral del campo mexicano para hacer realidad la soberanía alimentaria. La pregunta que cabe es ¿Qué se puede hacer desde un gobierno de un estado con altísima dependencia del presupuesto anual de la federación como es Zacatecas?
El presupuesto anual de la federación que recibe Zacatecas año con año es una palanca de desarrollo sub utilizada por omisión que solo se rectificaría con una orientación de gasto público radicalmente localista exenta de corrupción y al mismo tiempo, promotora de las capacidades competitivas en calidad, cantidad y precio de nuestros actores de la economía local en relación a otras regiones y países.
La política de aranceles impuesta al mundo por Estados Unidos mete en graves dificultades a los que producen para exportar, el libre comercio fue prédica del más fuerte hasta que le convino.
México no produce todo lo que se come, tenemos la necesidad de importar maíz, frijol, arroz, hortalizas y frutas, en esa adversidad está la oportunidad para que Zacatecas agarre su camino al desarrollo.
La economía regional viable es diversificada, con preminencia de algún o algunos sectores. En Zacatecas, sin menoscabo del turismo, la minería, la industria y el comercio, el sector agropecuario reclama conducción regionalista, y que quien toma las decisiones lo haga desde la cercanía con los productores para ir en la misma dirección.
Es pertinente una política orientada a que lo que se produce en Zacatecas se consuma en Zacatecas. Se puede pactar con cadenas comerciales asentadas en nuestro territorio que se provean, con la mínima intermediación posible, de productos del mismo territorio.
Hoy por hoy, la central de abastos de la capital comercializa frutas, hortalizas y demás productos procedentes de Guadalajara, Aguascalientes y otras entidades, lo mismo los expendios instalados en barrios.
Entre lo que consumimos no faltan productos cosechados en campos zacatecanos trasladados a las entidades de dónde se surte el comercio al que acudimos, tal distorsión ocasiona injusta remuneración al productor y precios altos al consumidor.
La economía se asienta en hábitos acertados o equívocos, en creencias ciertas o erradas, impulsar cambios culturales de productores, comerciantes y consumidores es ejercicio del liderazgo gubernamental, la población zacatecana debe ser persuadida de revalorar lo localmente generado.
Se gobierna poniendo el ejemplo, haciendo que el consumo alimenticio financiado con recursos públicos privilegie los insumos producidos en el campo zacatecano, los comedores del sistema penitenciario, de los cuerpos policiacos, de las unidades escolares e internados, los componentes agropecuarios de las despensas del DIF ¿Qué justifica que el propio gobierno del estado recurra a proveedores foráneos en detrimento de los locales?
Algo semejante pasa con las carnes que consumimos, con el huevo y con la leche, ¿Es destino fatal que las granjas porcinas sean foráneas?
Antes, el huevo, la leche y la carne que consumíamos se producían en Zacatecas ¿Por qué no aspirar a que vuelvan esos tiempos?
¿Y si así como podemos comprar cortes de carne procedentes de Chihuahua hacemos posible que los consumidores de ese y otros estados puedan comprar carne de un estado con tan rica tradición ganadera como el nuestro?
Zacatecas necesita de una política regionalista hasta donde el marco legal lo permita y la imaginación alcance, que nos lleve a un cambio gradual y sostenido.
La federación dispone de medios para estimular la producción mediante precios de garantía, semillas mejoradas, banco agropecuario público cada vez más necesario y asistencia para fortalecer la conquista de mercados extranjeros sin perder el propio, pero para sacarle mejor provecho a la relación necesitamos desatar las potencialidades productivas propias.
La organización de los productores para producir y comerciar crea mejores condiciones para el desarrollo compartido.
Nos encontramos el lunes en Recreo