

Ramírez Cuellar se une al gabinete de Sheinbaum. | Foto: Cortesía.
El Runrún de hoy, martes 23 de diciembre del 2025.
La política no admite vacíos y mucho menos cuando se avecinan decisiones de fondo. La inminente incorporación de Alfonso Ramírez Cuéllar a un cargo de primer nivel en el gabinete de la presidenta Claudia Sheinbaum modifica de manera directa la ruta electoral en Zacatecas.
No se trata solo de un nombramiento más, sino que es una señal clara de reacomodo de fuerzas y de redefinición de liderazgos dentro de la Cuarta Transformación. La llegada de Ramírez Cuéllar a una posición estratégica del gobierno federal lo convierte, de facto, en una pieza determinante para la sucesión zacatecana.
Su peso político, su cercanía con el centro del poder y su capacidad de interlocución harán inevitable su participación —directa o indirecta— en la definición de quien represente a la coalición gobernante en la próxima contienda por la gubernatura.
En este contexto, las aspiraciones locales comienzan a tomar rumbos distintos. Mientras una de las figuras en el tablero depende en gran medida del impulso y la operación política que pueda realizar el gobernador del estado, el resto de los perfiles de la 4T entiende que el escenario cambió.
La estrategia ahora pasa por reorientar esfuerzos, fortalecer estructuras propias y posicionarse frente a un nuevo árbitro político con influencia nacional.
Los ajustes en el gabinete federal —con nombres como Ricardo Villanueva en la SEP, Rosa Icela Rodríguez como jefa de asesores y otros movimientos relevantes— confirman que inicia una etapa de definiciones.
En Zacatecas, las cartas ya están sobre la mesa. A partir de los primeros días de 2026 comenzará, formalmente, la cuenta regresiva hacia una sucesión que hoy ya se está jugando. Alfonso Ramírez Cuellar de ser un claro contendiente, pasaría a ser una pieza clave en la sucesión. Al tiempo.
Se aceleran tiempos políticos antes del proceso electoral
Los tiempos políticos en Zacatecas se han acelerado de manera evidente, aun cuando el proceso electoral formalmente no ha iniciado. Hoy resulta claro que el calendario ya no lo marca la agenda del gobernador ni, mucho menos, alguna declaración del propio David Monreal Ávila.
La dinámica real se define desde otro centro de poder y ese está en Palacio Nacional. Ahí se están tomando decisiones que reconfiguran prioridades, equilibrios y apuestas rumbo al siguiente ciclo electoral.
Con los movimientos y nuevos nombres que se avecinan en el gabinete federal, Zacatecas adquiere un valor estratégico mayor al que muchos zacatecanos alcanzan a dimensionar. La entidad se convierte en una pieza relevante dentro del tablero nacional, especialmente cuando el apellido Monreal entra en una zona de incertidumbre respecto a su continuidad como eje del proyecto político estatal.
En este escenario, actores como Geovanna Bañuelos, Ulises Mejía Haro, Carlos Puente Salas, José Narro Céspedes, Norma Julieta del Río y Rodrigo Reyes observan una ventana de oportunidad que otros no tienen. No se trata solo de posicionamiento local, sino de viabilidad política dentro de la lógica de la Cuarta Transformación.
El derecho de veto, guste o no, ya no pasará exclusivamente por decisiones locales. Ese filtro se trasladará al ámbito federal. Quienes aspiren a competir deberán entender que los tiempos se adelantaron y que la llave del futuro político de Zacatecas se encuentra hoy más cerca de la agenda nacional que de cualquier cálculo doméstico.

Educación superior estatal colapsa antes del 2026
El sistema de educación superior en Zacatecas no esperó a 2026 para colapsar. La crisis, largamente anunciada y sistemáticamente ignorada, estalló ahora en la Universidad Politécnica de Zacatecas, donde la incapacidad de gestión quedó expuesta con crudeza.
Alrededor de 170 trabajadores cerraron el año sin ajuste salarial, sin pagos retroactivos y, lo más grave, sin aguinaldo, un derecho elemental que no admite excusas administrativas.
La rectora Juliana Arteaga Carrillo no ha sabido, ni ha podido, construir los puentes institucionales necesarios para cumplir compromisos contractuales básicos. La falta de resultados en las gestiones financieras trasladó el problema directamente a los trabajadores, quienes hoy cargan el costo de una administración rebasada.
El silencio de las instancias estatales y legislativas agrava el escenario. La UPZ no es un caso aislado, es el síntoma visible de un modelo educativo financieramente agotado, sostenido más por discursos que por planeación real. Ahora los trabajadores docentes y administrativos quieren nuevo rector a o rectora apaz de asumir los retos que signifiquen cumplir contractualmente con todas las prestaciones. Ahí también debe el gobernador exigir que no despilfarren los recursos y cumplan al fin del año, no sólo en la UAZ se admiten esos “regaños”.
Si la rectora tiene un poco de decencia y dignidad lo mejor sería dar un paso al costado por alguien que si tenga la confianza gubernamental y como permanecer en el cargo como pago de un favor, particular al ex subsecretario de educación media y superior, Álvaro Rodríguez Martínez. La educación superior estatal colapsa en la entidad.
Runrunazos
Por un necesario periodo de reflexión y descanso, la columna Runrún del periódico Imagen hará una breve pausa en su publicación. Serán sólo unos días para recargar ideas, afinar lecturas y tomar distancia. Volveremos con todo el empuje el domingo cuatro de enero. Mientras tanto, feliz Navidad y que 2026 llegue con mejores tiempos por venir.