
Foto: Cortesía.
El gesto, cargado de simbolismo, fue interpretado como una señal de continuidad con el legado pastoral y espiritual de su predecesor.
En su primer acto solemne tras ser electo como Sumo Pontífice, el papa León XIV visitó este sábado la tumba del papa Francisco en las grutas vaticanas. El gesto, cargado de simbolismo, fue interpretado como una señal de continuidad con el legado pastoral y espiritual de su predecesor.
La visita se realizó en privado, sin la presencia de fieles ni cámaras, salvo las del servicio oficial del Vaticano, que capturaron imágenes del momento en que León XIV oró en silencio frente a la lápida de Francisco, ubicada en el subsuelo de la Basílica de San Pedro.
Durante su recorrido por las grutas, el pontífice también se detuvo a rezar frente a la imagen de la Virgen de Santa María, a quien encomendó especialmente a las madres del mundo, en el marco de la conmemoración del Día de las Madres, celebrado este 10 de mayo en varios países, incluido México.
Francisco, fallecido el pasado 3 de mayo, fue sepultado en el mismo lugar donde descansan otros pontífices como Juan Pablo II y Pablo VI. Su pontificado se distinguió por su cercanía con los pobres, el impulso a la ecología integral y las reformas dentro de la Iglesia.
León XIV, anteriormente el cardenal Robert Francis Prevost, ha expresado en sus primeros mensajes el deseo de continuar una Iglesia centrada en la misericordia y el diálogo. La visita a la tumba de Francisco y su oración a la Virgen refuerzan esa línea pastoral y espiritual.