
Rubén Ibarra, exrector de la UAZ. | Foto: Cortesía.
El Runrún de hoy, martes 19 de agosto del 2025.
Este jueves asumirá funciones legales el nuevo Consejo Universitario, órgano que otorgará validez al relevo en la Rectoría de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), programado para el próximo 6 de septiembre. Con ello, se abre un nuevo capítulo en la vida universitaria, marcado no solo por la esperanza de renovación, sino también por los múltiples pendientes que dejó la gestión del ex rector Rubén Ibarra Reyes.
La administración saliente no logró cerrar frentes políticos ni académicos que hoy pesan sobre la institución. Entre ellos destacan los desencuentros con ex rectores como Jorge Hiriart, Virgilio Rivera, Femat Bañuelos, Domínguez Garay y Antonio Guzmán; además de las diferencias con expresiones políticas internas como el grupo Universidad, Renacimiento, El Grupo plural, los jubilados y sectores sindicales.
A ello se suman los señalamientos desde el Gobierno del Estado, la Fiscalía, los colectivos feministas y la relación con el Congreso local, donde los partidos políticos tienen intereses cruzados en torno a la universidad.
Ángel Román Gutiérrez, rector electo, recibe una UAZ con retos de gobernabilidad, credibilidad y transparencia. La compleja red de ex directores y actuales directores electos añade una capa más a la dificultad del arranque. El jura que su mayor fortaleza radica en llegar sin compromisos con el ex rector ni ataduras con anteriores administraciones, eso solo el tiempo lo dirá.
Román Gutiérrez tiene la oportunidad de abrir un nuevo rumbo para la política universitaria, construyendo puentes con actores externos y recuperando la legitimidad interna. El reto es monumental: reconciliar a la UAZ con su comunidad y con la sociedad que la financia y observa. También puedes ser uno más de los rectores a los que les gana el beneficio personal y de los “amigos”.
Reciben autoridades estados financieros de la UAZ
El rector de la UAZ, Armando Flores de la Torre y del rector electo, Ángel Román Gutiérrez, acudieron a la Cámara de Diputados donde se les hizo entrega de los estados financieros auditados por la ANUIES, que no solo constituye un trámite administrativo, sino un acto de transparencia que fortalece la confianza en la institución y brinda certidumbre para el proceso de transición. Saber cómo recibe la siguiente administración es fundamental.
El hecho de que la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación y la de Educación hayan recibido los informes de la ANUIES, reafirma la importancia del escrutinio público en el uso de los recursos. En un contexto donde las universidades enfrentan múltiples retos, la claridad financiera se vuelve indispensable para garantizar estabilidad y confianza social. La UAZ, al sumarse a este ejercicio, pretende enviar un mensaje inequívoco: la legalidad y la rendición de cuentas guía su rumbo académico y administrativo. Ese es al rumbo a partir de esta semana.
Podrían desaforar al alcalde de Vetagrande por culpa de la ASE
La inminente revelación del expediente pendiente contra el alcalde de Vetagrande, Juan Antonio Herrera Morúa, amenaza con abrir una nueva grieta en la ya debilitada credibilidad de la Auditoría Superior del Estado.
Electo bajo las siglas de Fuerza por México, en zacatecas, partido propiedad de Caty, hija de Ricardo Monreal, el edil enfrenta una acusación grave: usurpación de funciones. Su posible desafuero en el Congreso, otro más de los alcaldes, no solo exhibe las omisiones del sistema de fiscalización, sino que también coloca bajo la lupa al auditor superior, Raúl Brito Berumen.
El problema no radica únicamente en el actuar del alcalde, sino en la inacción previa de la Auditoría, que en su momento no advirtió ni sancionó la irregularidad. Ese vacío genera la percepción de que las instituciones encargadas de vigilar el ejercicio público operan más como mecanismos de encubrimiento que de control.
El nerviosismo que hoy rodea a Brito Berumen no es casualidad: la actuación del Ministerio Público podría terminar por implicar a la propia Auditoría, arrastrándola a un descrédito aún mayor. Si esta semana se confirman los señalamientos, Zacatecas podría asistir a un parteaguas: o se fortalece la legalidad, o se profundiza la desconfianza ciudadana hacia los organismos que deberían garantizarla.
Tras festival internacional de Zacatecas, Fresnillo se alista para su feria
Concluido el Festival de Ciudades Patrimonio Mundial, que llenó de orgullo y proyección cultural a Zacatecas, ahora el turno corresponde a Fresnillo, que se prepara para vivir su máxima fiesta: la Feria Nacional de Fresnillo 2025. El alcalde Javier Torres Rodríguez ha señalado que la derrama económica podría superar los 100 millones de pesos, una cifra nada despreciable en tiempos donde la economía local requiere dinamismo y oportunidades.
Más allá de los números, lo relevante es que Fresnillo intenta renovar la imagen de su feria, con espacios comerciales dignos, un andador gastronómico renovado y, sobre todo, con infraestructura propia para el abasto de agua, que en años anteriores dependía de pipas costosas y poco prácticas. Esta visión de largo plazo debe reconocerse, pues da muestra de planeación y no solo de improvisación.
La feria no solo será un espacio de diversión; también representa un respiro para comerciantes, prestadores de servicios y artistas locales que encuentran en este escaparate una plataforma de crecimiento. Fresnillo, con sus problemáticas conocidas, requiere motivos de unidad y celebración. Si la organización cumple lo prometido, la Feria 2025 podrá ser recordada como un punto de inflexión en la forma de proyectar al municipio.
Runrunazos
El descuido del director de Desarrollo Económico de la capital, Manuel Castillo Romero, al dejar al alcalde de McAllen, Texas, Javier Villalobos, con la cuenta de restaurante, durante el festival de Ciudades Patrimonio refleja falta de profesionalismo y atención al detalle. Estos errores, aunque parezcan menores, pueden costarle caro al municipio en imagen. La responsabilidad de representar adecuadamente al gobierno local exige cuidado y previsión en cada interacción, sobre todo con invitados distinguidos.